La auditoría energética es una herramienta necesaria para el desarrollo de un sistema de gestión de la energía. Contribuye a la correcta definición de la línea de base energética. Involucra tareas de relevamiento de información, clasificación y análisis, propuesta de alternativas de mejora y cuantificación de ahorro para facilitar la toma de decisiones y la elaboración de planes de acción.
Una auditoría energética consiste en una evaluación objetiva de la organización, con el objeto de obtener información sobre el consumo energético y sus costos asociados; la identificación de los factores que afectan al consumo de energía y también la detección de oportunidades de mejora y ahorro.
Existen diferentes modelos de auditorías energéticas, no obstante, todos mantienen la siguiente estructura:
-Recopilación de datos y mediciones pertinentes.
-Análisis de datos.
-Identificación de oportunidades de mejora de la eficiencia energética.
-Análisis costo – beneficio.
-Clasificación de las oportunidades propuestas.
-Elaboración del informe de auditoría energética.
Identificada la energía que se consume, el paso siguiente es saber dónde se consume. Suele aplicarse en forma aproximada el principio de “Pareto”, esto es “el 80 % del consumo se concentra en el 20 % de las instalaciones”.
Cuando se logra identificar los consumos y los lugares de consumo, se dispone de información suficiente para establecer la Línea de Base Energética. Los cambios en el desempeño energético deben medirse con relación a la línea de base energética.
“El 80 % del consumo se concentra en el 20 % de las instalaciones”.
A partir de la recolección de datos, mediciones relacionadas y análisis de la información obtenida, el paso siguiente es identificar oportunidades de mejora de la eficiencia energética.
Las propuestas de mejora pueden ser de diferentes tipos: las que no tienen asociado desembolsos de dinero (cambio de hábitos de consumo, regulación y programación, etc.), las que tienen asociado gastos menores (mantenimiento), y las que requieren inversión (sustitución de equipos, modificación de procesos, etc.)
No existe un único método que pueda lograr la eficiencia energética, en realidad esta se logra con la combinación de medidas correctivas, preventivas, campañas de concientización, programas de formación, equipos eficientes y procesos bien diseñados.
Mejorar la gestión energética en bodegas
A continuación, les presento algunas oportunidades de mejora de la gestión energética en la producción de vino:
En el sistema de iluminación
Siempre hay que considerar la utilización de luz natural como primera medida. Luego hay que tener en cuenta la aplicación de sensores de movimiento en lugares de bajo tránsito de personas; la iluminación exterior y perimetral controlada por sensores fotoeléctricos; como también la iluminación mediante lámparas led.
En el sistema eléctrico
Es importante la sustitución de motores con tiempo de uso promedio diario superior a 12 horas, por motores de alta eficiencia. Otro elemento a tener en cuenta son los variadores de frecuencia aplicado a motores con alto número de arranques y paradas.
Las lámparas led actualmente ofrecen un mayor ahorro de energía.
En el sistema de climatización
En este punto es muy importante destacar la aislación en cañerías. El Sistema Free Cooling (permite utilizar las bajas temperaturas de la noche, haciendo circular el aire al interior de la bodega, permitiendo reducir los costos de climatización).
Otro punto a considerar es el control de ventiladores y extractores de aire.
En el sistema de bombeo
Los ítems más importantes a tener en cuenta son: reducir la necesidad de bombeo (uso de la gravedad); mantenimiento; reemplazo de bombas y el sistema de correa de transmisión por acoplamiento flexible. También hay que considerar el uso de variadores de frecuencia, además del apagado de las bombas cuando no se necesiten a través de un sistema de control. Por último es muy importante el correcto dimensionado de cañerías.
Las bodegas más modernas cuentan con sistemas de gravedad para realizar los movientos internos de los vinos.
En el sistema de calefacción
En esta instancia, hay que tener muy en cuenta una correcta aislación de calderas, como también el mantenimiento correcto de los intercambiadores de calor. Además, se debe considerar el aislamiento de cañerías de agua caliente y la recuperación de calor de los compresores de aire.
Para realizar el seguimiento y la medición del desempeño energético, la norma ISO 50001 dice que “la organización debe identificar los indicadores de desempeño energético (IDEn) apropiados”, luego estos deben compararse con la línea de base energética.
Como regla general, los IDEn deben ser: fáciles de calcular, representativos de la operación y fáciles de interpretar.
Hay estudios que muestran que una gestión de la energía sistematizada permite ahorros mayores que una gestión de la energía no sistematizada. La gestión sistemática se consigue mediante la implementación de un SGEn.
Como se ha visto, podemos afirmar que enmarcar las acciones y medidas de eficiencia energética en un sistema de gestión de la energía, traza un camino que conduce hacia el desarrollo sostenible.
(*) Ingeniero Electromecánico. Especialista en Ingeniería en Calidad. Licenciado en Higiene y Seguridad para el Trabajo. Consultor y asesor. Especial para EL DESCORCHE DIARIO.