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Jugando golf en el Old Course, la cuna de este deporte.
  • Crónicas viajeras
  • 9 septiembre, 2019

Escocia: cuna del whisky, el golf y el monstruo del lago Ness

Un país para descubrir: sus sabores, historias y paisajes sublimes. Un viaje colmado de magia, donde lo mitológico convive con la belleza.

Arribé a Edimburgo, la capital de Escocia, tras una noche de viaje en bus desde Londres. Mientras caminaba rumbo a mi hostel en la Old Town, me recibió una suave llovizna. Enormes construcciones de piedra gris dominan el paisaje ciudadano. Hacia mi derecha detecté entre la niebla la solitaria fortaleza del Castillo Real ubicado a 135 metros de altura.

Mi primer paseo fue en la Royal Mille, la calle principal. Entré a la Catedral de Saint Giles edificada en 1120, donde cada año se reúnen los Caballeros de la Corte de San Andrés designados por la Reina Isabel. La Catedral es reconocida por sus coros y conciertos de órgano. Tuve ocasión de escuchar un ensayo. Detrás se emplaza el edificio donde funcionó el Parlamento Escocés hasta 1707. Muy cerca de allí una placa  recuerda el lugar donde George Bryce fue ahorcado por cometer asesinato en la que fue la última ejecución pública del país el 21 de junio de 1864.

Vitreaux en la catedral de Saint Giles.

Museo del whisky, la experiencia sensitiva

Arriba de la Royal Mille hay un museo al que no se puede faltar en estas tierras: el del whisky. Más que un museo es una experiencia sensitiva. La visita comienza sobre un carro con forma de tonel que te traslada por un riel mientras imágenes holográficas y filmaciones muestran el proceso completo de la elaboración del whisky y una audioguía cuenta historias sobre la bebida nacional por excelencia.

Un viaje por la historia del whisky.

En el segundo piso se ofrecen las degustaciones. Se puede escoger cinco tipos de whisky según la región de origen. Probé uno del sur que tenía marcadas notas de ahumados. Al terminar la visita te regalan la copa de la degustación, la cual fue añadida a mi colección de souvenirs viajeros.

Brindis en el Museo del Whisky de Edimburgo.

Té inglés, la musa inspiradora y el famoso economista

Bajé hasta la iglesia Canongate de 1688. Detrás de ella hay un cementerio donde está enterrado el economista Adam Smith, padre del sistema financiero actual. A solo treinta metros de allí me deleité con la infusión más famosa del Reino Unido: el . La casa se llamaba Clarinda´s y hace honor a la amante y musa inspiradora del gran poeta escocés Robert Burns. Clarinda también duerme su eternidad en el cementerio colindante.

Ordené té clásico con scones pero se habían terminado y los reemplacé por una porción de tarta de manzana. Me vino bien para entrar en calor pese a que era verano en Europa. En esas latitudes da la impresión de vivir en invierno todo el año. Un cuadro de la hermosa Clarinda dominaba el salón con estupendas vistas de las verdes montañas de Edimburgo a lo lejos.

Tomando el té en Clarinda´s bajo el cuadro con su imagen.

Me alojé a pocos metros del Grassmarket, una zona de puestos callejeros y una alta concentración de pubs. Los lugareños se jactan de que Edimburgo es la ciudad europea con más pubs. No puedo certificar este dato pero, es cierto que hay uno al lado de otro y se hace difícil escoger dónde gastarse unas libras. La mayoría ofrecen números musicales en vivo para atraer clientes. Las noches de verano tienen corta duración. Oscurece a las 11 pm y a las 4 am, febo asoma nuevamente.

La cuna del golf

En Inglaterra fui a Wimbledon y Wembley, las cunas del tenis y el fútbol. En Escocia es ineludible ir a Saint Andrews, la casa del Golf.  A 160 kilómetros de Edimburgo se encuentra esta pintoresca población sobre el Mar del Norte. Un recorrido de dos horas en bus me dejó en el lugar soñado por todos los golfistas del mundo: el Old Course, la cancha más añeja del golf que se practica en estos parajes desde hace 600 años.

El Rey Jaime II comenzó a popularizar este deporte en 1457. Desde 1873 se juega aquí The Open Championship el torneo más importante de la tierra. El único argentino que levantó esta copa es el Maestro Roberto De Vicenzo en 1967. En cada rincón se siente el peso de la tradición.

A pocos pasos se erige el Museo Británico del Golf donde se cuenta con detalles la historia de este deporte. Atravesé el significativo Swilcan Bridge del Hoyo 18, rumbo a la playa lindera donde sumergí solo los pies debido al clima fresco y el infaltable viento.

En estas arenas de West Sands se rodó la recordada escena de los corredores de la película “Carrozas de fuego” ganadora del Oscar en 1981. Faltaba la música de Vangelis sonando como fondo entre las olas. Volví al campo y me di el gusto de hacer unos tiros. Por solo dos libras se alquila un putter y una pelota para probar puntería en el putting green del Himalayas. Un verdadero lujo.

West Sand. La playa donde se filmó la escena de apertura de “Carrozas de Fuego”.

También hice algunas fotos con la réplica del trofeo, conocido como Claret Jug, en el mismo lugar donde se premia a los campeones. En esta ciudad comenzó la historia de amor entre el Príncipe William y Kate Middleton cuando estudiaban Historia del Arte en la prestigiosa universidad Saint Andrews, la más antigua de Escocia.

Saint Andrews es ciudad univesitaria y de gran tradición.

La leyenda del monstruo del lago Ness

Faltaba un viaje rumbo al enigma, a la leyenda del monstruo del lago Ness en las Highlands, las paradisíacas Tierras Altas. Es un recorrido de cuatro horas por lugares de belleza sobrenatural como Glencoe, Fort Williams y Pitlochry, un pueblito de ensueño con casas de piedra gris y cuidados jardines con flores.

Pitlochry, un pueblo de ensueño en las Higlands.

Un gaitero nos dio la bienvenida justo en el límite entre las tierras bajas y las altas. Llegamos a la ciudad de Fort Augustus en la región sur del Ness. Con Julia, una argentina de Bahía Blanca que trabajaba en Londres, abordamos barco, ansiosos por descubrir a Nessie.

La leyenda comenzó en 1933 cuando el señor Gray tomó una foto bastante borrosa en la que se aprecia a un extraño ser de cuello largo y cuerpo voluminoso nadando en las aguas. Los diarios locales difundieron la instantánea y enseguida tuvo repercusión mundial. Mucha gente asegura haber visto alguna vez al monstruo asomado a la superficie. Más allá de la fábula, el lugar es muy bello y me recordó a los lagos del sur argentino con aguas de un azul intenso y pinos en las costas.

Una sorprendente aparición del monstruo mientras navegamos el Lago Ness.

Volví a Edimburgo con una sensación extraña tras el encuentro cara a cara con un ser mezclado entre lo mitológico y lo fantástico. Escocia es un país que recomiendo y aliento a que se animen a descubrir: sus sabores, historias y paisajes sublimes.

Info para viajeros

Budget Backpackers Hostel: desde 21 dólares.

Tour Museo del Whisky: desde 18 dólares.

Visita al Castillo de Edimburgo: 23 dólares.

Tomar el té en Clarinda´s: 12 dólares.

Visita al Old Course de Saint Andrews y playa West Sands: gratuito.

Día completo en las Highlands y Lago Ness desde Edimburgo: 48 dólares.

Pinta de cerveza en un pub: 4,50 dólares.

Para navegar por el Lago Ness. www.cruiselochness.com

*Por Federico Chaine. Periodista especializado en viajes y turismo. Especial para El Descorche Diario.

Contacto: fedechaine@hotmail.com