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  • Consejos útiles
  • 13 agosto, 2019

La importancia de la «cata a ciegas»

Se trata de un buen ejercicio para conocer más y descubrir cuáles son nuestros vinos preferidos. En este artículo les dejo algunas sugerencias que podrán ayudarlos a la hora del descorche.

Sabemos que para beber y disfrutar de un vino no hace falta conocer mucho, sino más bien, es una cuestión de gustos y actitud de querer hacerlo.

Por otro lado, para aquellos que desean ir un poco más allá y conocer la gran diversidad de exponentes que hay en Argentina, hay una técnica muy eficaz y sencilla de establecer, su nombre es “cata a ciegas” o “degustación a ciegas”.

Cualquier consumidor, curioso y con ganas de aprender puede hacerla, o bien, proponerla, ya que es el mejor camino para conocer tus posibles tipos y estilos de vinos que pueden gustarte.

Esta degustación es sincera, esclarecedora y nos brinda toda la información necesaria para descubrir un producto. ¿Por qué? Porque uno de los grandes inconvenientes que tenemos todos a la hora de calificar o decidir sobre un vino, es toda aquella data previa que tenemos de ellos; tales como, etiqueta, marca, bodega, enólogo, variedad, precio, premios, entre otros.

Es decir, a mayor cantidad de información, más condicionamientos tenemos en nuestra mente, y eso nos hace estar directa o indirectamente influenciados a la hora de beber y de emitir una opinión.

Una actividad lúdica para realizar en casa.

Nuestro mapa personal de preferencias es importante. Existen vinos para todos los paladares y tenemos que encontrarlos. En el camino vamos a probar muchas etiquetas dentro de una amplia diversidad, y es allí, donde estaremos aprendiendo, procesando y desarrollando nuestros sentidos.

Saber para elegir, saber para decidir, saber para comprar, es la clave para ser un consumidor con mayores herramientas y estar tranquilos a la hora enfrentarse a una carta de vinos en un restaurante o a una variada y desafiante góndola en una vinoteca.

Hay que animarse a este formato de cata, es más simple de lo que parece, solo hay que dejarse llevar y disfrutar del vino que bebemos.

El objetivo siempre será encontrar nuestra preferencia, nuestro gusto, y para esto, a veces no necesitamos conocer mucho previamente. Al fin y al cabo, mientras sea vino, el disfrute está garantizado.

 

(*) Luis Mantegini es Licenciado en Turismo y Sommelier. Colaboración especial para El Descorche Diario.

 

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