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Nuevo embajador de marca de LAUR. / Fotos: Leo Palet.
  • Entrevista
  • 5 abril, 2021

Christian Petersen: “Mendoza es mucho más que las bodegas”

El reconocido cocinero estuvo en Mendoza para ser presentado como el nuevo Embajador de marca de Olivícola Laur y Acetaia Millán. En entrevista con El Descorche Diario adelantó que emprenderá un proyecto gastronómico en conjunto y que incluye una panadería de harinas orgánicas y masa madre.

Christian Petersen será la cara visible de las marcas de Olivícola Laur y Acetaia Millán durante 2021, dentro del programa de “Embajadores de Marca” que comenzó la empresa el año pasado, reforzando su posicionamiento como la número 1 de Argentina y tercera mejor del mundo.

Desde hace un par de años, Petersen generó una muy buena relación junto a Gabriel Guardia, gerente general de la empresa, con quien ya elabora el aceite de oliva virgen extra, aceto balsámico y vinagre de vino bajo la marca “Hermanos”, productos exclusivos para su restaurante ubicado en San Isidro, Buenos Aires.

El vínculo nació hace dos años con la grabación de “Los favoritos de los Petersen”, el programa del canal El Gourmet que se emite a toda América Latina. En esa oportunidad, las empresas fueron elegidas como uno de los imperdibles de Mendoza.

Además de ser embajador de marca, Petersen adelantó que emprenderá un proyecto gastronómico en el recientemente construido salón de eventos de la olivícola. “La idea es generar un lugar donde se lleven a cabo eventos corporativos, institucionales y sociales de grupos reducidos”.

Christian Petersen y Gabriel Guardia.

Pero además prevén abrir una panadería especial, donde se va a trabajar con harina orgánica y masa madre, al igual que lo está haciendo con sus hermanos en San Isidro. “Tenemos una máquina que fabrica panes con 48 horas de fermentación en baja temperatura. Y un poco vamos a replicar esto aquí, para acompañar a los turistas que circulan todo el día por acá.

«Pensamos en una panadería chiquita que esté siempre horneando panes que puedan comprarse aquí y también distribuya en el centro de Mendoza. El pan marida bien con el oliva, las conservas y el vino. Apostamos a las cosas simples, fáciles, bien hechas y que se sepa de dónde provienen”, anticipó.

-Christian sos el nuevo embajador de marca 2021 de Olivícola Laur y Acetaia Millán ¿qué implica esta responsabilidad?

-Para mí es un orgullo. Lo conocí a Gabriel Guardia trabajando y grabando para El Gourmet y siempre me impresionó la calidad de sus aceites, acetos y las ganas de emprender que tiene, tanto él como el grupo Millán. Como cocinero me encanta poder dar una mano para posicionar estos productos en todo el rubro gastronómico. Estoy seguro que va a ser muy fácil. Así como yo lo probé una vez y me enamoré y nunca más cambié de aceite de oliva ni de aceto, yo creo que va a pasar lo mismo con toda la gente a quien pueda transmitirle el mensaje.

-En LAUR se está inaugurando un espacio gastronómico no hay posibilidad de que a futuro te encargues de su restaurante?

-Desde ya que les propuse en asesorarlos para hacer algo lindo acá en la Olivicola y la Acetaia, un lugar que hoy recibe mucho turismo. Es uno de los pocos lugares donde uno puede venir a ver todo el proceso del oliva y hacer catas, tanto de oliva como aceto. En ese sentido estoy asesorando a Gabriel para armar algo juntos en el espacio que tienen previsto, tanto para pequeños eventos o como para que los mismos turistas puedan comer algo o comprar también para llevar.

Petersen: «Con el oliva pasó un poco como con el vino».

-Pero restaurante no va a ser. Estoy más enfocado en hacer una panadería de vanguardia en todo lo que tiene que ver con harinas orgánicas, panes elaborados con oliva y aceto. Vamos a ir por ese lado, una panadería que todos los días hornee y uno pueda venir a probar las olivas con el pan recién horneado. Esa es la idea central.

-Como ves hoy la cultura del consumidor del aceite de oliva…

-Con el oliva pasó un poco como con el vino. En casi todo los rubros de la gastronomía empieza a entrar la especialización de cada sector, como pasó con los vinos, el café, ahora con el agua mineral y también con los olivas. La gente empieza a interesarse de quién es, quién lo hice, cómo es la acidez, su color. Y en este sentido, LAUR tiene una ventaja que es muy transparente, tiene mucha calidad y hay personas detrás del aceite.

-Se ha adaptado el consumidor a un nuevo estilo de aceites de oliva virgen extra o aún existe un arraigo a conceptos antiguos…

-En todo lo que es el mundo gastronómico, a la gente que le gusta cocinar , comer rico o que ha viajado, sabe que detrás del aceite de oliva hay una cultura que uno tiene que aprender. Es verdad que venimos también de otra cultura que fue vender aceites baratos para competir con el de girasol o el maíz, pero que de a poco se va dejando de lado. La gente prefiere poner pocas gotas de algo muy rico y no mucho de algo que no conviene.

-Inauguraste un restaurante en San Isidro en un polo gastronómico importante. ¿Cómo les pegó la pandemia?

-La verdad que para la zona de Dardo Rocha, detrás del Hipódromo de San Isidro fue muy duro. Había muchos restaurantes con mucha historia, que venían con 15 o 20 años de antigüedad y la pandemia fue a los que más afectó, a aquellos que tenía una estructura muy grande y no pudieron soportar. De 20 restaurantes quedamos cuatro, tres que eran los que más éxito tenían y el mío que era el más nuevo, acababa de abrir y pude más o menos revertir la situación.

La gente prefiere poner pocas gotas de algo muy rico y no mucho de algo que no conviene.

-Es un momento duro para la gastronomía esto de cambiar lo que uno hace, cómo lo estructura  y que el personal te apoye un poco más. Los clientes vienen apoyando y también hay un cambio de hábito que tiene que ver con reservar, de llegar e irse más temprano. Todo un cambio que si sale bien va a ser para mejor.

-Por último, ¿representar a LAUR es representar un poco a Mendoza? Cómo te sentís en ese rol?

Me encanta. De hecho cuando vine a grabar con El Gourmet yo le pedí no solo ir a las bodegas. Mendoza es mucho más que las bodegas. Me gusta mucho todo el turismo y los deportes que se pueden hacer acá. La zona de Potrerillos es divina y el tema del aceite de oliva a mí me encanta. Ojalá pueda ser un poco embajador de Mendoza. Soy muy argentino y me siento orgulloso cada vez que vengo.

«Venimos de una cultura que fue vender aceites baratos para competir con el de girasol o el maíz».

 

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