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De la lata a la alta gama: Las Perdices ofrece una amplia alternativa de degustación.
  • Experiencias Descorchadas
  • 3 diciembre, 2022

Viña Las Perdices: una visita para tomar vuelo desde los orígenes de Alto Agrelo

Ubicada en Alto Agrelo, en Luján de Cuyo y en un marco natural extraordinario, la bodega ofrece un recorrido que comienza en el viñedo junto a la historia de la familia pionera y concluye con una degustación con maridaje de su amplio y diverso portfolio de vinos. El Descorche Diario vivió la experiencia de turismo en Viña Las Perdices y en la nota te contamos todo. 

 

Lo primero que sorprende al llegar a Viña Las Perdices es su bello paisaje de verdes jardines (en primavera), viñedos y la Cordillera de los Andes imponente como marco. Nos dan la bienvenida teros y una gran variedad de pájaros que nos van a acompañar toda la visita.

Con gentileza, nos recibió una de sus responsables del área de Turismo, Vanina, y con mucha paciencia nos contó todo sobre los orígenes de los viñedos, la bodega y la historia de la familia Muñoz López.

La bodega está ubicada en la finca propia de 96 hectáreas de viñedos, que incluyen viñas de más de 50 años y cuenta con 17 variedades diferentes entre blancas y tintas, que permiten ofrecer un abanico de productos poco común en bodegas familiares.

Vista desde lo alto: el imponente paisaje en Alto Agrelo.

En los inicios de la década del 50, don Juan Muñoz llegó desde Granada, Andalucía, España, siendo muy joven. La historia de la bodega (y sus hacedores) es por carácter transitivo, la historia de muchos inmigrantes que fueron pioneros por estas latitudes. Para don Juan el trabajo con la tierra era conocido y al llegar aquí buscó hacer lo mismo.

En 1970, cuando en esa zona de Agrelo no había nada, tuvo la visión y plantó las primeras vides. En los orígenes, solo vendían la uva a terceros que elaboraban a granel. Luego, decidieron hacer su vino propio en damajuana, en aquel entonces el consumo per cápita y la forma de hacerlo era totalmente distinto.

Los visitantes podrán conocer de primera mano el proceso de elaboración del vino y luego disfrutar una copa en los jardines o en su visitor center, eso sí, siempre bajo la custodia de las aves que celosamente recorren el espacio y maravillan con su despliegue.

En el 2004, Juan Carlos y Nicolás, los hijos de  don Juan, toman las riendas del proyecto y construyen su propia bodega para elaborar vinos enfocados en la Alta Gama.

Vanina Manini, una de las responsables de la hospitalidad en Viña Las Perdices.

El estilo arquitectónico del edificio original hace referencia a las construcciones realizadas en España a finales del siglo XIX y principios del XX, propio de las tradicionales bodegas mendocinas.

El ladrillo visto y el techo a dos aguas, con líneas de movimientos en ambos frentes, hacen del edificio un lugar cálido y atractivo, en el que se priorizó una alta funcionalidad en toda su distribución, combinando tecnología y maquinaria de última generación. Transmite una imagen fuerte y emblemática frente al paisaje natural del Cordón del Plata y los viñedos que la rodean.

La fantástica vista del moderno Visitor Center.

Cuentan que en los comienzos, el terreno estaba colmado perdices, de ahí su nombre, Viña Las Perdices. Con el avance del hombre y el trabajo sobre la tierra estas aves migraron, sin embargo, otras de diversas variedades sobrevuelan la finca, otorgándole una belleza única e indescriptible y siendo protagonistas también, de la vivencia: chimangos, teros, pájaros carpinteros, siete cuchillos, lechuzas, entre otros.

Un dato distintivo de la bodega es su crecimiento y expansión, en 2019 inauguraron el visitor center y ampliaron el edificio ya que en tan solo un año se duplicó su volumen de producción.

Un Chimango se acerca a saludarnos. Una constante durante toda la visita.

Las nuevas instalaciones se contraponen al edificio original en las formas y materiales, manteniendo una relación armónica. La nueva construcción es de formas curvas y rectilíneas, que permiten jugar a nivel funcional y espacial.

Tuvimos la suerte de recorrer la bodega un día de pleno trabajo. El sonido de la máquina embotelladora y todo el personal dedicado a la labor nos hace valorar aún más cada copa de vino y por supuesto, nos hace reflexionar sobre la cultura y el significado de esta industria para una comunidad.

La finca cuenta con 17 variedades diferentes: Sauvignon Blanc, Viognier, Pinot Grigio, Torrontés, Albariño, Chardonnay, Riesling, Gewürztraminer (blancas). Malbec, Merlot, Bonarda, Petit Verdot, Tannat, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Ancellotta (tintas).

Siguiendo el recorrido por la bodega, nos detuvimos en los tanques y de la línea Exploración Geográfica probamos un Sauvignon Blanc de la región de Casablanca, en Chile y en el tanque cinco un Petit Verdot que luego de varios meses en barrica ya está listo para fraccionar y pasar a su periodo de estiba.

Llenado de vino en envase Bag in box. Maquinaria y equipo especializado.

El acceso al área de turismo se realiza a través de un camino delineado por gramíneas, aromáticas, que conduce a la cascada con la que se forma un espejo de agua que en horas de la tarde refleja el nuevo edificio. Se ingresa a través de un hall que conecta al visitante con la zona de recepción, la nave de tanques y una escalera que lleva a la planta alta.

La bodega cuenta con barricas de roble, tanto francés como americano.

En la sala de degustación, la experiencia es completa junto a los ventanales que muestran la cordillera, los viñedos, los jardines, las aves y se puede sentir el sonido del agua.

La bodega propone cuatro opciones de degustación para experimentar un amplio portfolio con variedades no tradicionales, zonas diferentes, vinos jóvenes y frescos y los reserva con paso por madera.

Perales rodean las hileras de viñedos. Sus frutos son destinados a la elaboración de jugos.

En la sala, se sumaron Carolina, sommelier y parte del equipo de Turismo, un placer compartir la degustación y sus apreciaciones sobre los vinos y Fernando Losilla, jefe de enología, quien en primera persona nos contó acerca de las novedades y próximos lanzamientos de la bodega. También, nos explicó el porqué de un porfolio tan amplio y las razones de la excelente relación precio –calidad.

Una particularidad, es que dentro del amplio portfolio de productos se incluyen desde las innovadoras latas, el bag in box con su novedad de dos varietales (dúo) hasta las líneas de Alta Gama con vinos reserva y variedades no tradicionales.

Blanc de Malbec, una de las recientes novedades de la bodega.

Degustamos, de la línea Logia, el blanco de Malbec, que merece una nota aparte, con notas sutiles, florales y una acidez equilibrada. Su packaging en botella francesa y tapón de vidrio le otorgan una distinción única.

Gewürztraminer, la variedad alemana que sabe expresarse de la mejor forma en Alto Agrelo.

De la línea Exploración, el Gewürztraminer en botella azul italiana nos dejó con la boca abierta. «Con esta línea el objetivo es llevar el terroir a la copa”, explica Carolina, mientras disfrutamos los perfumes, sabores y la sutileza  de esta variedad que poco abunda en nuestro país.

Llegó el turno de Don Juan, blend de tintas. “Don Juan tiene la magia de tomarse su tiempo para poder disfrutarlo a pleno. Se abre de a poco y te va mostrando todo su potencial», agrega la sommelier.

Alae Malbec 2017, el elegido para cerrar una degustación de lujo.

Cerramos una espectacular degustación con el vino ícono de la bodega, Alae Malbec y la acompañamos con una soberbia tabla de quesos y frutos secos que ayudaron a realzar aún más los vinos. Un ícono que invita a distenderse y disfrutar de su complejidad mientras se expresa en la copa.

Vanina, Andrea, Carolina, Gustavo y Fernando. Anfitriones e invitados, felices por el momento compartido.

“Queremos que los visitantes pasen un buen momento. Hemos pensado en diversas opciones para vivir la experiencia», finaliza Vanina.

Y sin duda que así es. El paisaje, su ubicación, los vinos, la arquitectura y la amabilidad de sus anfitriones hacen de Viña Las Perdices un lugar obligado para conocer en el circuito de Alto Agrelo. Ideal para una visita y picada previa a almorzar en otra bodega o para extender una sobremesa que comenzó en otro lugar.

La bodega se encuentra en pleno proceso de expansión y crecimiento.

Vista, oído, gusto, olfato y tacto, todos los sentidos,  salen exultantes después de lo vivido en Viña Las Perdices, una imperdible experiencia. Aquella que hoy, a sus 88 años, enorgullece a Don Juan cada vez que vuelve a la finca y ve el fruto de su esfuerzo que hoy continúan sus hijos.


Experiencias en viñedo y bodega: las opciones

Experiencia 1: Encanto de Perdiz

Para sumergirse en el mundo de las burbujas haciendo un recorrido por las líneas de espumantes, elaborados a través de métodos Charmat y Champenoise.

Incluye: Chac Chac Brut Nature, Las Perdices Brut Rosé, VLP Extra Brut, Nuit 730 Brut Nature. Acompañamiento: frutos secos, aceitunas y pan con nuestro aceite de oliva virgen extra “Cortijo El Olivar” ($ 3.500 por persona).  Lunes a sábados a las 10 y 15.30 horas.

Experiencia 2: Curiosidad de Perdiz

Una oportunidad para disfrutar la combinación de varietales no tradicionales y vinos de diferentes terroirs.

Incluye: Riesling, Chac Chac, Ala Colorada, Exploración Geográfica. Acompañamiento: frutos secos, aceitunas y pan con nuestro aceite de oliva virgen extra “Cortijo El Olivar” ( $ 3.500 por persona). Lunes a sábados a las 10 y 15.30 horas.

Viña Las Perdices se encuentra a solo 30 minutos de la Ciudad de Mendoza.

Experiencia 3: Perdices Felices

Maridaje con vinos con distintos acompañamientos, seleccionados especialmente para aprender nuevas formas de combinar sabores.

Incluye: Exploración Sauvignon Blanc Casablanca, Reserva Pinot Noir, Reserva Don Juan, Malbec Ice. Acompañamiento: selección de tapas y pan con nuestro aceite de oliva virgen extra “Cortijo El Olivar” ($ 5.000 por persona). Lunes a sábados a las 12 horas.

Experiencia 4: Alto Vuelo

Una cuidada selección de etiquetas de Alta Gama, acompañadas por una variedad de quesos.

Incluye: Gewürztraminer, Logia Malbec, Reserva Don Juan, Alae. Acompañamiento: selección de quesos, frutos secos, aceitunas y pan con aceite de oliva virgen extra “Cortijo El Olivar” ($ 7.500 por persona). Lunes a sábados a las 10 y 15.30 horas.

Degustar desde los tanques, una oportunidad que ofrece Viña Las Perdices.


Más información y reservas

Correo: turismo@lasperdices.com

Teléfono y WhatsApp: +54 9261 2447143

www.lasperdices.com

Dirección: Bajo las Cumbres S/N, Agrelo, Luján de Cuyo

Cómo llegar