Estos son los restaurantes que cuentan con espacios al aire libre para recibir la primavera y las temperaturas más cálidas en un entorno verde y luminoso. Una selección de clásicos y novedades en distintos barrios porteños para tener a mano a la hora de armar un programa.
Septiembre comenzó en la ciudad de Buenos Aires con días soleados y temperaturas agradables. Por eso es buen momento para actualizar la lista de restaurantes y cafeterías que tienen patios y jardines ideales para disfrutar durante la próxima primavera.
Algunos de ellos cuentan con calefactores especialmente ubicados para que las mesas ubicadas en ambientes exteriores sean una buena opción, incluso cuando las temperaturas son más bajas.
Acá una selección de clásicos y novedades en distintos barrios porteños para tener a mano a la hora de armar un programa en pareja, con amigos o una salida en familia con la premisa de disfrutar de propuestas gastronómicas de calidad y de un entorno mágico.
1. Atis, en San Telmo
Es un café, grill y cervecería ubicado en una casona antigua que data de 1890 y supo ser un convento de monjas y un conventillo para inmigrantes pero también un hostel. Desde 2020 es un emprendimiento gastronómico que comenzó funcionando solo en la planta baja pero luego se extendió por toda la construcción.
Queda a metros de la Plaza Dorrego, donde se instala la Feria de Antigüedades. Su patio de paredes completamente cubiertas por enredaderas y plantas invita a dejarse tentar por pastas, milanesas y diversos cortes de carne, pero también por vinos y cócteles para degustarlos en el patio, los balcones, la terraza o alguno de los salones interiores. Además de almuerzos o cenas, el entorno es ideal para desayunar o “brunchear” y también para tomar algunos tragos.
El lugar trabaja por orden de llegada así que aconsejan llegar con tiempo. La buena noticia es que las mascotas pequeñas son bienvenidas y se pueden sumar al paseo. También organizan eventos privados.
Cuándo y dónde: Lunes a jueves de 10 a 00. Viernes, sábados y domingos de 10 a 2.
En Perú 1024, San Telmo.
2. Jardín de invierno, en Recoleta
Emplazado en el corazón de uno de los barrios de mayor prestigio de Buenos Aires, a pasos del histórico Cementerio de Recoleta y rodeado de exquisita arquitectura de estilo francés, el hotel Loi Suites de Recoleta guarda en su interior un jardín secreto en el que cualquier transeúnte puede merendar o almorzar y cenar en un entorno verde y pleno de luz natural.
Se trata del restaurante Jardín de Invierno que ofrece almuerzos y cenas con un menú adecuado para cada estación elaborado por el chef Darío Galizia con productos nacionales: carnes, variedad de pastas caseras, arroces, ensaladas y pescados frescos.
La luz es el atractivo principal del ambiente en Jardín de Invierno. Crédito: IG Jardín de Invierno.
En la carta actual sobresalen los crispy mini burger de langostinos, los agnolotti de espinacas y provolone con crema de hongos de pino, el bizcocho de mandarina con cremoso de pomelo y maracuyá. Para los chicos, las opciones son cazuelita de gnocchi de papa a la crema, penne rigate con salsa pomodoro y milanesa de lomo con papas fritas.
Para las meriendas, la propuesta es el Té Jardín, que incluye infusiones y jugos naturales, una selección de delicias dulces y saladas con opciones vegetarianas, veganas y sin gluten. El lugar también organiza eventos privados.
Cuándo y dónde: Todos los días mediodía 12.30 a 15, meriendas 16:30 a 19 y noche 20.30 a 23. Reservas por whatsapp: 11 5802-7699.
En Vicente López 1955 – Recoleta
www.instagram.com/jardindeinviernorestaurante/
3. Chuí, en Villa Crespo
Sus creadores lo definen como “un pequeño oasis urbano” junto a las vías del tren. Chuí es un restaurante vegano y vegetariano que funciona en un cobertizo semiabierto de diseño industrial que coexiste con un jardín silvestre. El entorno selvático se convierte en el espacio ideal para celebraciones nocturnas, o almuerzos en familia. Cuando el calor aprieta, el jardín cuenta con “ecobruma”, una nube refrescante que se activa para darles alivio a los visitantes.
Chui: Experiencias veganas y vehetarianas en Villa Crespo.
En la carta, de la que están ausentes las carnes, las setas son protagonistas. Están presentes en milanesas de gírgolas, patés de hongos y baos de hongos marinados. Para los que prefieren otros sabores, del horno de pizzas salen algunas variedades con boniato o escabeches y del de barro palta quemada y calabazas braseadas. Para el postre, macarons de cheesecake, arroz con leche al estilo danés o pastelera de cardamomo.
Cuándo y dónde: Lunes de 19 a 00, martes a sábados de 12 a 00; domingos de 12 a 16.
Por orden de llegada o con reserva.
En Loyola 1250, Villa Crespo.
4. Las Flores, en Palermo
Casi como una declaración de principios, el ingreso a Las Flores, en Palermo, se hace a través de un invernadero. Es que la esencia del lugar está en la ambientación con unas 600 plantas y flores nativas de 40 especies distintas, en su mayoría rioplatenses, que convierten al restaurante en un entorno costero y agreste.
El espacio está ubicado en la ubicación que supo ocupar el mítico Olsen de Germán Martitegui y conserva su luminosidad y su armonía con la naturaleza.
Las Flores; un entorno de flora rioplatense en Palermo.
Tiene una carta breve, dividida en platos chicos y grandes, para quienes consumir de modo individual o compartir al estilo “tapeo”. Todos ellos están libres de gluten. También hacen cafés de especialidad y pastelería para consumir en el lugar o llevar
Entre los imperdibles están la brioche con crema pastelera y frutas de estación y la tostada de hongos. El pan brioche con langostinos y papas paille o el bife de chorizo a la leña con chimi y ensalada de hojas verdes. Para el postre: un pie tibio de frutas de estación que sirven con crema. Para acompañar hay vinos, cócteles de autor e infusiones de hibiscus y canela.
Cuándo y dónde: Martes a viernes de 9 a 24. Sábados de 10 a 24. Domingos de 10 a 19.
Con reserva o por orden de llegada.
En Gorriti 5870, Palermo.
www.instagram.com/lasflores.bue/
5. Abreboca, en Chacarita
La propuesta más nueva queda en el barrio de Chacarita y tiene luz, tiene plantas en grandes maceteros pero fascina con el patio andaluz y los rincones con historia que recuerdan a una pulpería aggiornada.
Para degustar en el patio azulejado en la carta sobresalen platos como guisos, pastas y carnes: se destacan el ojo de bife con manteca de chimi, la salchicha parrillera con puré de hongos, la melena de león y el guiso de lentejas. La “vedette” de la casa es la charcutería propia que se traduce en chorizo seco o colorado, salame chacarero, bondiola y calabresa.
Un patio andaluz en Chacarita.
Pero también hay variadas opciones vegana ya que la cebolla, la zanahoria, el puerro y el verdeo también van a las brasas. Los hongos se mixturan con el ajo y el puré de porotos pallares con la cabutia. Los tallarines salen con tuco de hongos Para los amantes de la carne sirven Ojo de bife con manteca de chimichurri. A los postres llegan flan de cocido quemado, queso y dulce o los tradicionales panqueques con dulce de leche.
Cuándo y dónde: Miércoles a sábados de 20 a 00. Domingos de 12 a 16.
En Fraga 54, Chacarita.
Reservas al +54 9 11 3154-3707
www.instagram.com/abreboca.ba/
Galería de fotos:
Atis bar; sabores a metros de la Plaza Dorrego.
Las opciones veganas de Las Flores.
La charcuterie, el atractivo principal de Abreboca.
Las Flores ofrece un menú libre de gluten.
Atis: un entorno ideal para el brunch un paseo de domingo.
*Por Eva Marabotto. Periodista desde Buenos Aires. Especial para El Descorche Diario.
IG: @evamarabotto