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María Florencia Rodríguez (48) se radicó en Jujuy hace 20 años.
  • Edición "Cuisine"
  • 1 septiembre, 2021

Desde Tilcara, María Florencia Rodríguez es la ganadora del “Prix de Baron B”

Con su proyecto “El Nuevo Progreso: cocina + arte”, la cocinera radicada en Jujuy se convirtió en la ganadora de la 3ra edición de la edición de cocina del “Prix de Baron B”, que tuvo como presidente del jurado al prestigioso Mauro Colagreco.

María Florencia Rodríguez ganó la tercera edición del “Prix de Baron B – Édition Cuisine”, la iniciativa de Baron B que busca destacar desde 2018 los mejores proyectos gastronómicos integrales de la Argentina por su excelencia y su visión transformadora. Se distinguió el trabajo que viene realizando desde hace casi 20 años cuando llegó desde Buenos Aires a Tilcara, en la provincia de Jujuy, para crear “El Nuevo Progreso: cocina + arte”, un restaurante inspirado en el producto ancestral andino, los pueblos originarios y la multipluralidad de la inmigración.

A esta instancia también llegaron Paula Chiaradia, desde Trevelin, Chubut, con su proyecto “Fonda Sur”, restaurante sin carta y en el que la naturaleza y su cambio de estaciones impone el ritmo tan particular de la cocina patagónica; y Saúl Lencina, de Posadas, Misiones, creador de “Poytava, cocina misionera”, basado en la cocina guaraní, la recolección del alimento silvestre, la huerta, fusionándola con las diferentes culturas que poblaron alguna vez la región.

Los tres finalistas: Saúl Lencina, María Florencia Rodríguez  y Paula Chiaradia.

En un año tan particular para el sector, la gastronomía vivió un momento de alegría al ver reflejada en esta final, que se realizó en el Palacio Duhau de la Ciudad de Buenos Aires, la diversidad que tiene la cocina argentina mostrando proyectos de zonas tan distantes como Posadas, Trevelin y Tilcara.

Este año el ave fue el protagonista principal de la receta que los cocineros debieron presentar acompañando sus proyectos y maridados por una de las tres variedades de Baron B. Los tres platos y las presentaciones de los chefs finalistas fueron evaluados por un jurado de excelencia presidido por Mauro Colagreco, creador del restaurante Mirazur, reconocido con tres estrellas Michelin y elegido como mejor del Mundo en el ranking The World’s 50 Best Restaurants; y el primero del mundo 100 % libre de plástico.

También participaron del jurado, la chef brasileña Manoella “Manu” Buffara, autora del restaurante Manu en Curitiba, destacada como “cocinera a seguir” y hacedora de un extenso trabajo social y comunitario alrededor de su proyecto. El prestigioso Richard Geoffroy, Chef de Cave de Dom Perignon durante 28 años y dueño de una experiencia infinita de excelencia en el mundo de los espumosos y alta gastronomía. Por último, Martín Molteni, dueño de Pura Tierra y pionero en la gastronomía autóctona de alta gama.

Los jurados siguieron de modo virtual toda la competencia.

Fue una final diferente a las del 2018 y 2019, porque con motivo de la pandemia los tres jurados que residen en el exterior no pudieron viajar a Buenos Aires para estar presentes. Por ello se montó un escenario donde Colagreco, Buffara y Geoffroy pudieron seguir de forma virtual las presentaciones de los tres cocineros. Mientras que Martín Molteni fue el encargado de llevar adelante la conducción del evento y de contarle al resto del jurado sus apreciaciones sobre los platos.

María Florencia Rodríguez (48 años) es porteña de nacimiento y jujeña por elección. Su formación es autodidacta, su primer estudio fueron las Ciencias Políticas. Llegó a Jujuy en el 2003 para montar “El Nuevo Progreso, cocina + arte” junto al artista Fernando Fernández en Tilcara donde trabajan con el color, el sabor, la textura y el tiempo cíclico.

En Tilcara: “El Nuevo Progreso, cocina + arte” .

Se trata de un espacio de experiencias sensoriales múltiples, en el que los productos y las técnicas culinarias locales se fusionan con la innovación y la experimentación. La sal, los cerros, el sol, los fuegos y la altura son determinantes para la producción y Rodríguez entiende que la cocina no es solo nutrición o sabores, sino también ritual y cultura. Ofrece un menú basado en el tiempo cíclico, la sustentabilidad y en la cosmovisión andina, utilizando alimentos que provienen de pastores, pequeñas huertas, floricultores y queseros de las cuatro regiones de Jujuy.

El plato que presentó para concursar es tamal de gallo y maíz morado, fondo de kalapurca, milpa y flores, maridado con Baron B Extra Brut. Eligió el tamal porque representa a Jujuy, lo cotidiano y lo festivo; la kalapurca es una sopa que se cocina con piedras calientes, y ella la hizo con charqui de gallo, chuño, yuyos y molle. La milpa representa el policultivo mesoamericano, la rotación y lo sustentable, aquí está presentada en una crema cítrica de habas, milpa de locoto, cayote, hígado y semillas de zapallo. El plato también contiene flores y brotes, que indican la vida y los colores de la quebrada, incorporadas en un crocante de quinoa y maíz.

Tamal de gallo y maíz morado maridado con Baron B Extra Brut.

“Le quiero dedicar este premio al pueblo de Tilcara, a los productores, al mercado, a los cocineros de los que tanto aprendí, a mi familia. Estoy súper honrada que gente tan talentosa nos haya elegido a estos tres proyectos y den más visibilidad a lo que está pasando en la cocina en el interior de las provincias argentinas”, comentó María Florencia Rodríguez.

Mauro Colagreco desde Francia, antes de anunciar al ganador de esta tercera edición, dijo que al jurado le impactó la riqueza de contenido que tienen los tres proyectos que llegaron a esta final desde lo social, lo gastronómico y lo sustentable. “Estos proyectos muestran el rol del restaurante del futuro. La cocina es cultura, las recetas se van guardando no solo una receta, variedades de productos, de vegetales. El rol de transmisión de los cocineros es muy importante”, concluyó el Colagreco.

María Florencia con su plato en el Palacio Duhau, Buenos Aires.

Por su parte, Martín Molteni observó que “todos los proyectos que participaron están construyendo la identidad de la cocina argentina. Nos sorprendemos año a año, porque nos encontramos con proyectos que realmente investigan, profundizan, desarrollan su cocina rescatando el trabajo con el producto y productor, que es uno de los ejes que más va evolucionando. 

«Es impresionante como los proyectos se van integrando con las diferentes comunidades locales, para representar las cocinas ancestrales que teníamos en Argentina, logrando un impacto social que trasciende la gastronomía”, agregó.

Más de 50 proyectos de todo el país se postularon para concursar en esta 3era edición del premio que comenzó en 2018 y que tuvo como primera ganadora a Patricia Courtois con el “Proyecto Iberá”. Y en 2019 consagró a Santiago Blondel con “Gapasai” de La Cumbre (Córdoba).  A través de este premio se busca destacar aquellos proyectos que trabajan a través de las materias primas, la innovación técnica, y su relación con el entorno.

De Buenos Aires a Tilcara

Al contar su historia, Florencia cuenta “me refundé en la Quebrada, en aquel momento no era tan común quedarte a vivir en lugares así, uno sigue aprendiendo de la gente que nació en el lugar. En este momento siento alegría, emoción, es volver el tiempo atrás y ver que el camino ha dado algunos frutos.

Martín Molteni junto a Paulina Martínez (ayudante de cocina) y María Florencia Rodríguez.

«Más allá de mi proyecto personal, El Nuevo Progreso muestra un lugar, un paisaje comestible donde lo que ves es tan importante y tiene un gran impacto en lo que nosotros le llevamos al comensal y la experiencia que proponemos. Yo decidí armar una familia en Tilcara, me hizo vivir la vida desde otro lugar. Hoy también tengo dos hijos (Francisco de 16 años y Amelia de 8) que nacieron en Jujuy”.

“El Nuevo Progreso: cocina + arte” está abierto todo el año por la noche, abre sus puertas a partir de las 18. “Nuestro público eran los extranjeros (franceses y alemanes en su mayoría), pero con la pandemia muchos argentinos redescubrieron lugares del país y a valorar lo que tenemos. Se sorprenden mucho de los sabores, con los ingredientes y productos de la zona”, concluyó la ganadora de esta tercera edición.

Para concursar en esta final, viajó a Buenos Aires junto a Paulina Martinez como ayudante, una tilcareña de 34 años, que se dedica a la cocina hace casi 10 años trabajando junto con Florencia, llevando el día a día del restaurante que puede llegar a tener 60 a 70 cubiertos por noche.

La ganadora de esta tercera edición fue premiada con el “Prix de Baron B – Édition Cuisine”, un corcho bañado en oro tallado por el orfebre argentino, Juan Carlos Pallarols. Además, viajará a Francia donde tendrá el honor de poder realizar una pasantía de una semana en el mejor restaurante del mundo de la mano de Mauro Colagreco.

 

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