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Un producto único hecho en Mendoza.
  • Lanzamientos
  • 11 agosto, 2020

El Aceto Balsámico Millán ya tiene recetario propio

Obtenido de mosto de uva y y vinagre de vino Ugni Blanc, con un año de guarda en barrica de roble, este producto es único en el Hemisferio Sur, por estar certificado por el Consorcio del Aceto Balsámico de Módena. Ahora te propone una recopilación de recetas muy versátiles para disfrutarlas y cocinar en casa.

Acetaia Millán hizo una recopilación de recetas con múltiples preparaciones con su exclusivo aceto balsámico, e invita a los apasionados de la cocina a enviar las suyas para publicarlas con su nombre.

Aunque suele asociarse sólo con las ensaladas, la verdad es que el Aceto Balsámico Millán es un producto muy versátil para infinidad de recetas, tanto para los grandes chefs como para las personas que disfrutan de cocinar en sus casas, ya que armoniza y equilibra las características de cada ingrediente y potencia sus sabores con delicadeza.

“Hicimos una recopilación de recetas con el objetivo de mostrar que un producto tan noble como el Aceto Balsámico Millán puede incluirse de innumerables formas en las más distintas preparaciones”, explicó Gabriel Guardia, gerente de Olivícola Laur y Acetaia Millán.

Todos los consumidores pueden proponer su propia receta con el aceto balsámico de Millán.

El Recetario cuenta en principio con 14 recetas entre finger-food, principales, postre y hasta un cóctel. Ya está disponible en el sitio web www.acetaiamillan.com. La idea, sin embargo, es que vaya creciendo con el tiempo.

“Sabemos que hay miles de personas apasionadas por la cocina que prueban ingredientes nuevos, incursionan en platos de su propia creación o mejoran las recetas típicas con Aceto Balsámico Millán. Y en Acetaia Millán honramos esa pasión, por lo que decidimos incorporar sus recetas con su nombre a nuestro recetario”, indicó Gabriel Guardia.

Quienes deseen que su receta sea publicada, deberán enviarla a info@acetaiamillan.com. Las mismas serán probadas y publicadas oportunamente con el nombre del creador.

El Consorzio Tutela Aceto Balsamico di Modena es el guardián del pliego de condiciones y quien establece y hace cumplir las normas fijadas; agrupa a 50 empresas del sector y representa el 98 % de la producción certificada anual de aceto balsámico.

Acetaia Millán, en Cruz de Piedra, Maipú, Mendoza.

Fuera de Europa, solo tres empresas están certificadas por el Consorzio, una en Toronto (Canadá), otra en Tokio (Japón) y la tercera es Acetaia Millán, en Mendoza, Argentina.

Orígenes

Sus orígenes se remontan a los antiguos romanos, que practicaban la cocción del mosto de uva denominado sapum y luego utilizado como medicamento y, en la cocina, como edulcorante y condimento.

Durante siglos, incluso, fue parte de la dote de las hijas de los señores feudales. Cuenta la historia que cuando nacía una niña, comenzaba el proceso de producción del aceto balsámico, que terminaba cuando la joven estaba lista para contraer matrimonio. Entonces, el esposo recibía las cinco barricas donde se había añejado el aceto balsámico y cuando la mujer quedaba embarazada, le suministraba una cucharada cada día ya que se creía que tenía el poder de hacer crecer sana y fuerte a la criatura en gestación.

Además, Acetaia Millán está elaborando el primer aceto balsámico tradicional argentino, que comienza con la producción de un mosto de uva cocido (en este caso se utiliza el varietal Ugni Blanc), luego pasa por un proceso de envejecimiento en una batería de cinco barricas de madera de diferentes tamaños. Cada año, se trasvasa una parte del mosto envejecido desde la barrica más grande a la que sigue en tamaño.

Las barricas donde descansa el aceto balsámico.

Además, estas barricas tienen dos particularidades: son de diferentes maderas (regularmente son de roble, castaño, cerezo, fresno y acacia) y todas poseen una pequeña ventana en la parte superior, que permanece abierta pero cubierta con un trozo de tela, permitiendo la evaporación.

Cada año, la parte que se evapora se rellena con producto de la barrica inmediatamente anterior y el último, el mayor, con un nuevo mosto de uva cocido.

El primer aceto balsámico tradicional saldrá recién 15 años después de iniciada la batería de barricas. Pero también se producen acetos balsámicos con 20 y 25 años de añejamiento. La Acetaia Millán, justamente, prevé poder envasar su primer aceto balsámico tradicional en 2029.