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El enólogo francés en la finca de Las Compuertas, Luján de Cuyo.
  • Entrevistas
  • 19 octubre, 2022

Gerald Gabillet: “Nuestra idea es posicionarnos como un vino icónico de América del Sur”

Originario de Burdeos, el enólogo de Cheval des Andes, acaba de presentar su primera etiqueta elaborada bajo su autoría y asegura que no le da vergüenza competir entre los mejores vinos del mundo. Asegura que Argentina tiene un gran potencial y que Mendoza va en el buen camino definiendo terruños e Indicaciones Geográficas.

Como cada año para esta temporada, el llamado “Grand Cru de Los Andes” lanza al mercado su nueva añada, un vino que une el presente y el pasado de Cheval des Andes, tras tres años de elaboración y guarda. De esta manera, la bodega presenta su cosecha 2019.

Cheval des Andes dio sus primeros pasos allá por 1999 de la mano de Pierre Lurton con la asesoría de Roberto de la Mota, quien determinaba un estilo marcado por las dos variedades emblemáticas argentinas y francesas, el Malbec por su lado, cepa bandera nacional, que aporta frescura, amplitud y volumen de boca; y el Cabernet Sauvignon que brinda complejidad, potencial de guarda y gran estructura.

Con el paso de los años, el blend fue creciendo en porcentaje de Malbec y de esta forma se alejaba de la idea inicial, la cosecha 2019, exactamente a 20 años del nacimiento del Grand Cru de los Andes, se acerca a los comienzos, volviendo su corte a ser 50 % Malbec y 50 % Cabernet Sauvignon.

Sobre el terroir: «Cada zona va descubriendo su identidad propia y tenemos que ir en este sentido»-

Gerald Gabillet, llegó a Mendoza hace cuatro años para convertirse en Estate Manager y Winemaker de Cheval des Andes. Ya afianzado en la provincia, Gabillet habla bien el español, con un típico acento francés que entremezcla con algunos modismos bien mendocinos. La presentación de la añada 2019 fue el momento propicio para esta charla con El Descorche Diario.

-Luego de cuatro años de llegar a Mendoza, estás presentando la primera etiqueta de Cheval des Andes cien por ciento bajo tu autoría…

-Bueno, considerando que cuando alguien se apropia de una cosecha desde la poda hasta el final de la crianza de un vino, se puede decir que es mi primera etiqueta de Cheval des Andes, pero yo siempre destaco el trabajo en equipo. Para mí es muy importante la parte de viticultura. Cuando llegué a la bodega me encontré con una agrónoma que conocía muy bien la filosofía de Chateau Cheval Blanc como es Rosario Toso. Para mí el acompañamiento de todo el equipo que participó de la mejor manera para hacer esta cosecha fue fundamental.

La nueva etiqueta recientemente lanzada al mercado argentino.

-Además me tocó trabajar luego de un enólogo como Lorenzo Pasquini que había empezado un trabajo muy interesante desde el 2015 y por mi parte di continuidad a las cosechas 2017 y 2018 que él había vinificado.

-¿Cómo fue tu experiencia de hacer esta primera añada aquí en Argentina considerando que hiciste un cambio rotundo de terruño, país y continente?

-Ha sido una gran experiencia, yo siempre había estado en Burdeos y luego de 39 años llegué a Mendoza y descubrí un viñedo a más de mil metros de altitud, con 300 días de sol durante el año. Un cambio absolutamente diferente a una región como Burdeos que está al mismo nivel del mar, con 1.000 milímetros de lluvia por año. Es un gran cambio. Pero esto es lo que buscaba, descubrir un nuevo terroir y poder entenderlo; algo que no se aprende en un año.

Gabillet: «Descubrí un viñedo a más de mil metros de altitud y con 300 días de sol durante el año».

-Es difícil llegar a un lugar que uno no conoce sin uno no tiene un apoyo detrás que te permite aprender rápidamente. Sobre todo porque un punto clave en la vitivinicultura es anticiparse, interpretar y reaccionar. En mi caso tenía mi experiencia en Burdeos en este sentido pero sin conocer las especificaciones de un lugar es más complicado.

-Después de estos años donde ya estás afincado en Mendoza, ¿cómo contás lo que vivís acá cuando viajás y hablás de este terroir y del vino argentino?

-Argentina está en una fase muy interesante. Siempre escuché hablar del potencial de este país, pero estando acá uno se da cuenta que esto no es nuevo. Argentina tiene su historia propia, casi dos siglos de historia con la vitivinicultura y con algunas variedades autóctonas aún más. Pero con el Cabernet Sauvignon y el Malbec son casi doscientos años y al final lo que estoy observando es que hay una dinámica muy buena a nivel internacional porque las bodegas están adaptándose al gusto de afuera, a nivel internacional.

«Con Cheval des Andes no tenemos vergüenza de ir a presentar nuestros vinos a las mejores ferias del mundo».

-Además están mejorando muchas cosas, se están entendiendo los terroirs y definiendo las zonas e indicaciones geográficas. Cada vez hay más y más en Mendoza. Esto es lo que faltaba. Mendoza es más grande que Burdeos y no tenía mucha definición de terroir, solo por conocimiento pero nada oficial y las IG permiten eso. En Burdeos hay más de 46 denominaciones. Acá estamos ahora definiendo Las Compuertas, Los Chacayes, Paraje Altamira, Gualtallary, entre otros, y esto es algo muy bueno lo que está pasando. No todo es la misma uva, sobre todo cuando se habla de Malbec, Cabernet Sauvignon o Chardonnay en estas IG.

Degustación a Pierre Lurton y el equipo de Chateau Cheval Blanc en Burdeos.

-Cada zona va descubriendo su identidad propia y tenemos que ir en este sentido, así guiamos al consumidor para el futuro también. Antes se ponía solamente Mendoza en una etiqueta y ahora el consumidor quiere saber más y nosotros tenemos que guiarlo y ayudarlo a entender las particularidades de cada zona.

-¿En cuanto a calidad estamos a la altura de los grandes vinos del mundo? ¿Estamos para dar pelea en las grandes ligas del vino internacional?

-Sí, esto lo vemos cada vez que hacemos degustaciones en el mundo. Cuando participamos de grandes ferias y sobre todo en el ambiente de los Grand Cru. Con Cheval des Andes no tenemos vergüenza de ir a presentar nuestros vinos, al contrario, vemos mucho interés en ellos y el consumidor lo disfruta y nos comenta que estamos a la altura de muchos grandes vinos icónicos del mundo.

-Estamos confirmando eso, solo falta un poco de reafirmación que estos vinos no son nuevos. Nuestra idea es posicionarnos hacia el futuro como vino icónico no solo de Argentina sino de América del Sur.

-En general todos los enólogos y agrónomos coinciden que el Malbec tiene un gran futuro por delante para Argentina. Pero, ¿es el momento también de brillar con otras cepas como el Cabernet Sauvignon que muchas bodegas están haciendo foco?

-Cada vez escucho más a los enólogos históricos de acá decir que al final hemos olvidado que el Cabernet Sauvignon era la variedad principal de la zona y que por un tema más comercial el Malbec tomó la proporción más grande del vino argentino. Sin duda es una variedad muy plástica y muy expresiva, sobre todo en su juventud. Imaginate un consumidor que va a un bar en Nueva York a tomar un vino, el Malbec es ideal. Pero lo que es importante entender es que el Cabernet Sauvignon hace alrededor de 180 años que está por acá y es una variedad que se ha adaptado perfectamente a los terruños de Mendoza. Sabemos que acá es un buen lugar para el Cabernet Sauvignon.

«Nosotros adaptamos en Mendoza una filosofía de Chateau Cheval Blanc».

-El foco de Cheval des Andes hoy pasa por el trabajo orgánico en los viñedos y recuperar la biodiversidad de los suelos y el ambiente. Parece ser el camino de la vitivinicultura en general…

-Ese foco no va a cambiar, somos viticultores. No podemos reproducir errores del pasado ni hacer de la viticultura un monocultivo. Tenemos que respetar el ambiente donde estamos y crear nuevamente una vida que habíamos matado por un tema de monocultura. Tenemos que entender y aplicar una filosofía de agroecología.

-Nosotros adaptamos en Mendoza una filosofía de Chateau Cheval Blanc y hemos avanzado bastante. Estamos trabajando en los cuarteles con agroforestería, ya hemos plantado alrededor 100 árboles en dos años y sembrado coberturas vegetales para crear de nuevo una vida en el suelo. Esto ya es natural para nosotros. Queremos transmitir lo mejor para las generaciones futuras y no matar la biodiversidad.

-¿Se viene próximamente la construcción de la bodega Cheval des Andes?

-Es un proyecto que está en curso. Hace varios años que estamos hablando de esto y ahora avanzamos de manera más precisa. Esperamos seguir en este camino y tener una bodega pronto.

La nueva añada elaborada por Gerald Gabillet: 50 % Malbec y 50 % Cabernet Sauvignon.

Cheval des Andes Cosecha 2019

La elaboración de esta añada se realizó siguiendo la filosofía de mínima intervención. El trabajo en bodega se basa en una intervención respetuosa, cuidando el origen de cada parcela bajo el concepto “una parcela, un tanque”. Para esta vendimia la sala de barricas estuvo compuesta por 80% roble francés y 20% triple austriaco, esloveno y alemán. La guarda se realizó, 40% en barricas de 225 litros, 40% de 400 litros y 20% en foudres de 2500 litros, en los cuales el 50 % del roble fue nuevo.

Notas de Cata 

Color: En vista, el vino se presenta brillante, con un intenso rojo rubí con destellos granate.

Nariz: En el primer encuentro con la copa resaltan intensas notas de frutos rojos frescos tales como cerezas, grosellas y ciruelas, acompañados por hierbas y flores que recuerdan a violetas y lavandas. Poco a poco la elegante integración de la madera empieza a hacerse notar brindando sutiles notas a especiadas con toques de vainilla, cedro y regaliz.

Boca: Entrada refrescante y fluida, con gran personalidad, destacando taninos elegantes y una acidez punzante y equilibrada.

Cheval des Andes 2019 se puede encontrar en las mejores vinotecas y restaurantes más exclusivos del país a un precio sugerido de $ 30.000.