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La empresaria francesa llegó al país a fines del 92.
  • Anne-Caroline Biancheri
  • 8 junio, 2025

Libros, vinos y los Andes como telón de fondo

Anne-Caroline Biancheri fue editora, apasionada por la cultura y pionera del enoturismo de lujo en Mendoza. La francesa encontró en Vista Flores su lugar en el mundo. Y en su Antucura Wine Hotel -que reabrió sus puertas con una propuesta renovada- hay un tesoro inigualable: allí está la biblioteca más grande de Latinoamérica en una bodega.

Llegó a la Argentina por una pasantía en publicidad y terminó fundando una editorial. Enamorada de los paisajes mendocinos, compró una finca en Vista Flores con la guía de un francés amigo de su padre, ¡nada menos que Michel Rolland! Y construyó allí su bodega, donde el terroir muestra tipicidades indiscutidas. Sumó talento a su equipo y hoy los vinos de Antucura son referentes de la esencia mendocina con un toque francés.

Anne-Caroline Biancheri es de las personas que van por los sueños. Sumó una posada boutique con una imponente biblioteca de más de 8.000 volúmenes, haciendo que el vino se convierta en una experiencia cultural y emocional. En esta entrevista que realizó JuAn Delicias Magazine, repasa sus comienzos, su vínculo con los libros y la nueva aventura que tiene en marcha: un country vitivinícola.

30 años atrás. Todo empezó hace más de tres décadas cuando viajó a la Argentina por primera vez y tuvo la chance de una pasantía de 3 meses, a finales del 92, en una prestigiosa agencia de -Manzi Publicidad y Manzi Editores-.  En Manzi, descubrí el mundo de las ediciones y me fascinó”, recuerda Anne-Caroline.

Muy poco tiempo después, la joven francesa creaba su empresa: “nos habíamos especializado en publicar libros sobre ciudades para los hoteles 5 estrellas”, esos bellos libros que hoy se conocen como coffee table book.

Antucura, Vista Flores, Valle de Uco, Mendoza.

Esta empresa la llevó, primero, a publicar el primer libro sobre Mendoza y fue allí donde además conoció al padre de sus hijos. Ya instalada y ¡enamorada de Mendoza!, comenzó a buscar un lugar. “Michel Rolland, amigo de mi padre, me habló de esta zona, todavía bastante virgen de viñedos. Descubrí Vista Flores y descubrí esta finca. Me enamoré inmediatamente de la vista a la imponente Cordillera de los Andes”, relata.

Rolland es el gran enólogo nómade que arribó a Argentina en 1988, convocado por Arnaldo Etchart en Cafayate. De allí llegó a Mendoza, donde eligió el Valle de Uco, lugar donde creó grandes vinos, Clos de los Siete, Mariflor y Val de Flores. Este gran hacedor fue quien aconsejó a Anne en todo: “desde el viñedo, cómo plantarlo con alta densidad, la altura. Y luego, durante más de una década, me hizo los vinos”, narra.

Biancheri llegó a la Argentina por una pasantía en publicidad.

Al respecto la empresaria contó que una de las lecciones que le enseñó Michel es queun gran vino nace primero en un gran viñedo. La materia prima, la uva, es todo. Por eso es tan importante controlar lo que se hace en el viñedo, la calidad del clima, la amplitud térmica, el agua, el sol. Y sobre todo la calidad del suelo. En una palabra, el terroir”.

Mirada con arte. Biancheri tuvo la oportunidad de conocer Mendoza a través de todos los libros y guías que publicó. Pudo acercarse a su cultura, su historia, sus suelos: “me ayudó a entender profundamente esta tierra y su gente. Un vino es, ante todo, un lugar y un suelo, por eso quise nombrar mi bodega con el idioma hablado por los primeros habitantes de esta zona –Antucura significa piedra del sol en la lengua Mapudungun, que era hablada por los pueblos originarios que habitaban el Valle de Uco-. En cuanto a nuestros vinos reflejan vinos argentinos con acento francés”.

La posada cuenta con una biblioteca con más de 8.000 volúmenes en diferentes idiomas.

La posada llegó también como una idea integral que nació cerca del 2004 cuando la bodega entonces era una auténtica bodega garaje. “Empezamos a percibir en esta época que el vino era también una experiencia. Experimentarlo en el lugar donde nace, era muy importante. Ahí empezó a germinar la idea de la posada”, cuenta.

Y ¿por qué sumar una biblioteca al espacio?

«Amo los libros, siempre estuve rodeada de muchos libros, y lo sigo estando. No quería verlos encerrados en una pieza, sino protagonistas del lugar: la biblioteca es el alma de este hotel”.

En la biblioteca hay libros de todos los géneros y están clasificados por la norma «Dewey».

Para aquellos que aman lo libros, la Biblioteca es un verdadero paraíso: considerada la más grande que hay en bodegas en Latinoamérica. Y Anne revela: “son unos 8.000 volúmenes en diferentes idiomas. Hay libros nuevos, libros antiguos con tapas de cuero. Están presentes todos los géneros y están clasificados por la norma Dewey (NdR: se refiere a la Clasificación Decimal Dewey o CDD, clasificación bibliotecaria utilizado para organizar libros y otros materiales en bibliotecas, creado por Melvil Dewey en 1876). La biblioteca tiene el ex Libris que fue creado por Fausto Caner, un gran artista mendocino, que tiene también sus sellos de agua”.

“Me gustan los libros de autores clásicos y libros de historia”, sostiene.  Y cuando habla de su paso por el mundo editorial cuenta que le gustaría volver a publicar el libro de Mendoza de pura cepa, al nivel vino. Y sobre otros temas, ¿en qué está trabajando? “Acabamos de salir con un rediseño de todas nuestras etiquetas y estoy por empezar a proyectar un country vitivinícola”.

 

*Por Andrea Albertano. Periodista. Colaboración especial de Juan Delicias Magazine para El Descorche Diario.