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  • Homenaje
  • 14 agosto, 2019

María Teresa Barbera: reconocida por el Club Gourmet Mendoza

Los caballeros de la buena mesa realizaron su cena mensual en el tradicional local de cocina italiana Francesco Ristorante junto a los vinos de Rutini Wines, donde rindieron homenaje a la reconocida cocinera con 70 años de trayectoria en el rubro.

Los miembros del Club Gourmet Mendoza brindaron un especial reconocimiento a la trayectoria de María Teresa Barbera durante la cena que se realizó en el salón Jardines de Francesco, junto a los vinos de Rutini Wines y la presencia del enólogo de la bodega, Mariano Di Paola.

En su encuentro mensual, este grupo de amantes de la gastronomía, acompañados por invitados, periodistas del rubro y miembros de la familia Barbera, decidieron entregar esta distinción a la cocinera italiana más famosa de Mendoza que, con una amplísima carrera profesional a lo largo de 70 años, ha desarrollado la cocina ítalo-argentina y ha compartido con generosidad sus más preciados conocimientos y experiencia.

“El Club Gourmet Mendoza junto a periodistas y comunicadores de la enogastronomía argentina entregan el presente reconocimiento y distinguen la trayectoria de María Teresa Barbera”. Con esta leyenda grabada sobre un plato, su hija, Beatriz Barbera, y Jorge Ripa, presidente de la agrupación, distinguieron a la maestra de cocina.

Roberto Reale y Jorge Ripa, del Club Gourmet, junto a Beatriz y María Teresa Barbera.

 

María Teresa se mostró muy feliz y emocionada, y agradeció con humildad y alegría tamaño reconocimiento.

“Me llena el alma recibir de ustedes, hombres que saben comer y beber, una distinción así. Ojalá mi trabajo y mi comida sean un pequeño aporte a una comunidad que requiere cada vez más, personas comprometidas con su gente, para brindar una alimentación que nutra, y a la vez, mantenga las tradiciones de la cocina de sus ancestros”, mannifestó.

María Teresa destacó también que “nunca se termina de aprender”. Por eso no se hace llamar chef. “Me llamo cocinera, no estudié para chef, a mi me gusta hacer equipos y que se reconozca el trabajo de ellos. Yo comencé lavando platos con mi madre, como lo hace la mayoría de quienes trabajan en su restaurante, haciendo un plato de tallarines o un chupín de pescado”, remarcó.

Para finalizar, María Teresa remarcó: “se crece con el trabajo y el sacrificio. Así se forma la familia que se aprecia y se ama”.

El menú en Francesco Ristorante

Los cuatro pasos del menú tuvieron un maridaje especialmente pensado por el reconocido enólogo Mariano Di Paola, quien aprovechó la noche especial de María Teresa para presentar varias novedades de la bodega.

Mariano Di Paola, presentó cada uno de los vinos.

 

El primer paso fue un Antipasto mixto tipo italiano (con crostino de prosciutto, ensalada caprese, aceitunas ascolanas, mozzarella crocante y mix de verdes con champignones frescos y escamas de queso parmesano) junto a Antología 50, un blend de variedades blancas, con preponderancia de Chardonnay, que se llevó buena parte de los halagos de todos los comensales.

El segundo paso consistió en un Assaggio de pastas rellenas (lasagna Italia rellena de carne de novillo, quesos con salsa bolognesa y panzzotti de chivo malargüino con salsa de tomate fresco y aceite de oliva arauco). Un plato justo para degustar dos vinos Malbec de la línea Rutini Sigle Vineyard, por un lado Altamira y por otro, Gualtallary. Las dos regiones vitivinícolas más preciadas de Mendoza en dos vinos inolvidables.

La cena siguió con un Cordero tiernizado al Malbec, acompañado con puré de batata y chips crocantes. Los vinos para maridar este plato principal fueron tres Rutini Single Vinneyard: Altamira Merlot, Gualtallary Cabernet Franc y Altamira Cabernet Sauvignon.

Por último, llegó el paso dulce. Un clásico de la casa, Cioccolatissimo, un postre a base de una masa de chocolate con harina, trío de mousses: chocolate blanco chocolate con naranjas confitadas y chocolate amaro al licor de avellanas. El vino elegido para este paso fue otra novedad en el mercado: Trumpeter fortificado de Malbec. Un vino dulce que recuerda a pasas de uva en el propio viñedo y que acompaño en perfecta armonía este postre clásico de la casa.

Para finalizar no faltó la clásica grapa Rutini. Infaltable en cualquier almuerzo o cena donde esté el maestro Di Paola.

Siete décadas de historia

En 1949 llegó, proveniente de la región de Le Marche (Italia), Fernanda Torresi de Corradini (la nonna Fernanda, mamá de María Teresa Barbera). Junto a sus hijos y valentía a cuestas, y con el firme propósito de salir adelante, esta inmigrante italiana abrió un restaurante italiano en Mendoza: La Marchigiana, que sería el puntapié inicial de varios emprendimientos gastronómicos de los Barbera.

A partir de ese momento y hasta la actualidad, la familia continuó con su desarrollo de la mano de María Teresa y Franco Barbera, sus hijos y actualmente sus nietos, persiguiendo siempre el objetivo de transmitir la esencia de la comida de aquel país fusionada con la argentina, y poner a disposición de los comensales toda su experiencia y creatividad.

*Fotos: Fernando Grosso y Leo Palet.