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Andeluna. Valle de Uco / Foto: Gentileza Claudia Yanzón.
  • Reapertura del Turismo
  • 14 junio, 2020

Con precios «realistas», los mendocinos podrán conocer sus bodegas y restaurantes

A partir de este fin de semana y bajo estrictos cumplimientos del protocolo de higiene y seguridad, se habilitó el turismo interno en Mendoza, a excepción de San Rafael. Una nueva era se abre al enoturismo, en particular donde el público local tendrá acceso a visitar bodegas y restaurantes, con propuestas ajustadas al bolsillo del consumidor local.

La buena noticia llegó este fin de semana, luego de tres meses durísimos para el turismo, no solo de Mendoza, sino en el mundo entero. Desde el Ministerio de Cultura y Turismo de la provincia se informó  la aprobación de esta medida a excepción de San Rafael, departamento que pidió continuar los cuidados para prevenir casos de coronavirus.

La propia ministra de Turismo de Mendoza, Mariana Jury, salió a recorrer diversas zonas turísticas de la provincia durante el primer día de apertura y lo reflejó en su cuenta de Twitter: “Las medidas anticipadas que viene tomando el gobernador Rodolfo Suarez y la responsabilidad de los mendocinos permite ir flexibilizando las actividades paulatinamente”.

Las bodegas abrieron bajo estrictos protocolos de seguridad.

Junto al intendente de Luján de Cuyo, Sebastián Braganolo, uno de los primeros departamentos en solicitar la flexibilización; la ministra visitó complejos turísticos y restaurantes, donde pudieron apreciar el cumplimiento responsable de los protocolos y medidas preventivas por parte de los propietarios de establecimientos y servicios.

Desde el sector privado, una de las voces referentes, Claudia Yanzón, creadora del Bus Vitivinícola, remarcó en diálogo con El Descorche Diario que “este es el momento en que el enoturismo se reivindica con el mendocino y con el residente local”.

“Hay que pensar que el mendocino que empieza a salir y conocer sus  bodegas se transforma en un embajador que  podrá referenciar todas las experiencias que se pueden vivir en su provincia”, destacó.

Nuevas realidades

Ante el cambio de paradigma abrupto que marcó el cierre del turismo internacional, el sector turístico mendocino y en especial, el enoturismo tuvo que replantearse estrategias y adaptarse a otras realidades con el fin de captar al público local y sobre todo de ajustar sus tarifas, hasta el momento pensadas en dólares, algo que literalmente –salvo excepciones-  alejaba al residente local de acceder a estas alternativas. De la misma manera que los oferentes de servicios tienen que ajustar su estructura a esta realidad.

“El público local es un desafío y vamos a tratar de algún modo de atraerlo”, ya había adelantado Julia Zuccardi a El Descorche Diario a fines de mayo mientras se preparaban para este nuevo desafío. Y justamente uno de los restaurantes de la familia Zuccardi, Pan y Oliva, fue uno de los primeros en anunciar su apertura al público mendocino con una propuesta de precios razonables.

Otra de las bodegas que abrió al público: Andeluna, en el Valle de Uco.

De la misma forma, un  grupo de siete bodegas que cuentan con restaurantes, lanzaron su alianza en busca de mendocinos y propusieron su “Maridaje de Bodegas”, que estará disponible hasta el 31 de octubre.

Por un valor de $ 1.200 se podrá almorzar o cenar (según el caso) en los restaurantes Abrasado, de Bodega Los Toneles, Bodega Andeluna (Valle de Uco), Rosell Boher Lodge, Bodega A16, Osadía de Crear (Bodega Susana Balbo Wines) y en el restaurante de  Bodega Giménez Riili (Valle de Uco).

De manera similar, con precios a la carta, vinos por copa y diversas ofertas, otras bodegas y restaurantes ubicados en los Caminos del Vino,  en especial de Luján de Cuyo, Maipú y el Valle de Uco, buscan el interés del público local con atractivos precios y promociones.

Con barbijos y guantes, una imagen que resultará familiar en los restaurantes.

“Hay que sumar propuestas a las que ya tenía Mendoza. No hay que descartar, sino sumar. Hay que generar nuevas alternativas gastronómicas. Hay que desestructurarse y ofrecer nuevas opciones, con vinos más frescos, picnic y happy hours, por ejemplo”, destaca Claudia Yanzón.

Por otro lado, es importante destacar que desde la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) se impulsó una Normativa Covid-19 Enoturismo, articulada entre los sectores privado y público, al tiempo que se  realizó una encuesta sobre el turismo del vino.

Fogón, el restaurante de Bodega Lagarde, fue otro de los primeros en abrir sus puertas.

Entre los resultados, uno de los indicadores marcó la necesidad de ampliar el segmento de público por parte de las bodegas, especialmente los jóvenes. “Tenemos que encontrar a la gente joven, darle vinos más frescos y fáciles de entender. Tenemos que ser estratégicos, inteligentes y tenemos productos y servicios para ello”, señaló Yanzón.

Una buena alternativa es buscar información sobre las diferentes y variadas ofertas que se están ofreciendo desde las bodegas y operadores de servicios, en cuanto a degustaciones, visitas y gastronomía, donde las ofertas se abren ya no solo a las opciones tradicionales y menús de pasos, sino a propuestas más flexibles como tapeos, picadas y platos más ligeros.

Los food trucks ofrecen opciones más relajadas y enfocadas en los jóvenes.

Lo mismo ocurre con la hotelería y alternativas de alojamiento, que aparecen como una buena posibilidad de hacer turismo interno con un plan de fin de semana que incluye alojamiento, paseos y gastronomía, en búsqueda de paisajes y aire libre.

Casi sin imaginarlo apenas tres o cuatro meses atrás, el enoturismo tuvo que salir a dar respuesta a una crisis sin precedentes. Atrás quedaron por el momento las tarifas en dólares que actuaban, como se dice en la jerga coloquial, de «pianta votos» del público local – sin desmerecer los altos costos y la excelencia de calidad y servicios que ofrecen-; y una nueva etapa se abre para captar más público mientras se espera el retorno del turista nacional y luego internacional.

Es tiempo de reivindicarse y sumar.