El ciclo Micromonólogos llega a través de distintas plataformas proyectando el trabajo de teatristas durante el confinamiento.
El teatro se teatra. Con la fuerza de una sentencia indiscutible podemos empezar a hablar de otras formas teatrales mediadas por pantallas. Y también, ¿por qué no? a buscarle nombre a estas secuelas de la pandemia. Aunque sea un acto de rebeldía en tiempos de hibridación, podemos aventurar neologismos. Y hasta ponerles un rótulo. Total, estas nuevas experiencias sí soportan ser enlatadas como productos industrializados que resisten la reproductibilidad técnica.
De acuerdo con esto, muchos teatristas decidieron seguir activos hasta tanto volvamos a reencontrarnos en el convivio del teatro, en su singularidad. Entonces, eligieron plataformas digitales y desde ahí comparten sus contenidos que reflejan escenas de la vida liminal. Osea, un umbral de pantallas que está entre lo que se podría ver afuera en vivo, pero que está dentro de la cajita de cristal.
Uno de los artistas que adhiere a la realidad virtual es Facundo Pennesi. Él lleva adelante Micromonólogos, un proyecto para generar contenido artístico “como forma de apoyo al sector teatral mendocino que se encuentra en estado de emergencia”, explicó. Se trata de una propuesta en pequeño formato online que busca mantener vivo el arte teatral en momentos de confinamiento.
El ciclo se distingue de otros que circulan por las redes porque está divido en ejes temáticos. El primero aborda la identidad, género y diversidad. Luego vendrá educación y discriminación. También está prevista la ciencia ficción, el stand up y el erotismo. Para ayudarlo en la pre producción Pennesi convocó a la actriz y dramaturga Belén Moretti quien lo asiste seleccionando y recopilando los textos.
“Los espectadores pueden disfrutar a través de nuestras redes los monólogos cortos realizados por actrices y actores mendocinos desde su casa y colaborar con una entrada a la gorra”, contó.
Cada miércoles a las 17 se renueva la cartelera donde ya se pueden apreciar los trabajos de Raquel Delú sobre un texto de Darío Fo acerca de una violación. También está subido el video de Victoria Favier, sobre temática de género con textos del creador de este ciclo. El siguiente será de Mauro Winckler abordando la diversidad sexual. Y el último de esta primera etapa será de Magalí Aguilera, con guión de Belén Leyton tocando la violencia hacia la mujer.
Por el momento son veinticinco los artistas involucrados en Micromonólogos pero aún la convocatoria está abierta a través del correo (ver al final).
Mauro Winckler, este miércoles 20 de mayo.
Para llegar al producto terminado, el backstage del proceso requiere de un tiempo de prueba y error para intérpretes poco habituados a grabarse con una cámara –la mayoría de las veces de celular-. El común de los participantes tiene amplia experiencia en teatro y poca en cine, por la misma realidad mendocina de escasa producción audiovisual.
“Las actrices y actores que se comunican al mail reciben o eligen un texto corto. Tenemos un seguimiento en cuanto a la edición del texto. Cuando está listo para ser filmado, cada artista tiene libertad de creación. Enviamos algunas sugerencias en cuanto a la iluminación y al sonido. Una vez realizado pueden editarlo o enviárnoslo para que la hagamos nosotros”, detalla.
A la gorra
Como es sabido uno de los sectores más perjudicados por los efectos del aislamiento social es el de los trabajadores del espectáculo. Entre ellos los teatristas que no podrán retomar sus actividades habituales, tal vez, hasta diciembre.
Es que como decíamos al principio de esta nota, el teatro es el arte de la escena en vivo, que se encarna en el cuerpo de los actores en un encuentro de presencias con los espectadores.
Y esa reunión durante diez meses está vedada. La idea de hacer micromonólogos a la gorra es para que los artistas que están participando del ciclo, y estén en situación de vulnerabilidad puedan recibir remuneración.
Nuestro anfitrión que reside desde hace cinco años en Buenos Aires, tuvo que volver de Nueva York y en estos momentos estaría dirigiendo una obra en Ecuador. Así que sabe lo que supone adaptarse a las situaciones. La cuarentena lo devolvió a la casa de sus padres en Mendoza desde donde activó esta idea.
Magalí Aguilera, se presentará el miércoles 27.
Comprar una entrada voluntaria invita a la gente a valorar desde otro lugar el trabajo y colaborar con el sector artístico. Por ahora la respuesta del público es tímida “creo que necesitamos un poco más de tiempo, tener más videos en la plataforma, y generar un poco más de conciencia. Las personas están acostumbradas a ver este tipo de producciones todo el tiempo de manera gratuita. Y quizás aún no entienden el trasfondo de la situación actual del teatro”, advierte Pennesi.
Sin hacer largas filas para conseguir entradas. Sin distraernos con el papel de caramelo que abriría un espectador inoportuno. Asegurándonos la primera fila. Puede ser ésta la oportunidad de aprender a esperar expectantes a que volvamos -por ejemplo- a llenar las salas y aplaudir de pie.
DÓNDE, CUÁNDO, CÓMO
Los videos pueden verse en:
IG @micromonologosmza
Facebook: Micromonologos Mendoza
En la página DE TEATRO, donde también se encuentra el link para comprar entradas: https://www.deteatro.com.ar/obras/micromonologos-desde-casa
Cada miércoles a las 17 se renueva la cartelera. Los artistas que deseen participar deben enviar un correo a micromonologos@gmail.com
*Por Silvia Lauriente. Periodista especializada en arte y espectáculos. Especial para El Descorche Diario
Contacto Ig @criticaenfunción
Correo: criticaenfuncion@gmail.com