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Gustavo Rearte, enólogo de Achaval Ferrer.
  • Entrevista
  • 25 julio, 2021

Gustavo Rearte: “El concepto europeo de nuestros vinos en Mendoza, nos sienta muy bien”

Así define el enólogo de Achaval Ferrer al exitoso estilo de vinos de alta gama de la bodega, el cual les permitió conquistar mercados externos y que ahora se enfoca también en un  exigente consumidor argentino. Tras el lanzamiento de la nueva añada de su línea Fincas, vinos procedentes de tres diferentes terruños emblemáticos, Rearte dialogó con El Descorche Diario y habló sobre los objetivos de la empresa.

“Guardiana de un legado y custodia de viñedos centenarios”, como dice su lema, Achaval Ferrer es una bodega que desde sus inicios junto a Santiago Achaval y Roberto Cipresso, creadores de la misma, supo interpretar el mensaje de la tierra y comprender la sabiduría que solo el paso del tiempo le puede otorgar.

Luego de más de 20 años de elaborar grandes vinos, actualmente la bodega pertenece al SPI Group, propiedad del millonario ruso Yuri Shefler, quien cuenta también con bodegas en España e Italia.

La empresa acaba de presentar en el mercado argentino la nueva añada de su línea Fincas, tres exponentes provenientes de tres terruños y fincas diferentes como Medrano, en la Zona Este; Perdriel, donde se ubica la bodega y Altamira, en el Valle de Uco, todos viñedos antiguos plantados en 1910, 1921 y 1950.

“Cuando elaboramos grandes ejemplares, el tiempo cumple un rol fundamental, porque los viñedos añosos tienen sus recuerdos, solo hay que saber escucharlos para obtener lo mejor de ellos”, asegura Gustavo Rearte, gerente de Enología de la bodega, quien dialogó con El Descorche Diario, no solo sobre este lanzamiento, sino sobre los efectos de la pandemia y los objetivos de la bodega en esta nueva etapa de cara al mercado interno.

Rearte se formó en la bodega junto a Roberto Cipresso y Santiago Achaval.

-La bodega acaba de presentar la nueva añada de la línea Fincas. ¿Cuál es el espíritu que muestra estos vinos de tres zonas diferentes de Mendoza?

-Desde un comienzo la bodega hizo foco en el desarrollo de los distintos terruños que tiene Mendoza y en particular en estos tres: Finca Mirador 100 % Malbec de Medrano (Junín), Finca Bellavista, nuestro Malbec más antiguo de la zona Perdriel (Luján de Cuyo) y por último Finca Altamira, en La Consulta (Valle de Uco) a 1.100 metros sobre el nivel del mar, tratando de expresar -más allá de los tres que son Malbec-, el terruño, el suelo y el clima que generan en ellos un impacto tan grande que el varietal deja de tener sentido y pasan a expresarse todos estos componentes donde hacemos foco y a partir de allí poder desarrollar también nuevos productos.

-Muchos consumidores saben que Achaval Ferrer elabora vinos de Alta Gama;  pero, ¿cuál es su concepto enológico y qué se van a encontrar en una etiqueta de la bodega?

-La realidad es que después de 22 años que la bodega comenzó a desarrollarse, entendimos que el concepto de Viejo Mundo dentro de una nueva capital del vino como es Mendoza nos sentaba muy bien. Desde sus inicios enológicos con Roberto Cipresso y Santiago Achaval, entendimos que el diseño de los vinos desde el concepto de viña vieja nos daba una posibilidad de expresión con un perfil de mucha fruta, pero sobre todo de mucha complejidad como suelen ser los vinos europeos.

Rearte: «Nuestra ideología va mucho más allá de quién esté al frente de bodega».

-En estos más de 20 años pasaron muchas cosas dentro del vino argentino. ¿Cómo hizo Achaval-Ferrer para mantener un estilo y una misma línea conceptual?

-Idealmente voy a usar un término futbolero que dice “equipo que gana no se toca”. Sinceramente hemos tenido una base de 20 años de mucho trabajo y hoy desde el área de I+D estamos creciendo y elaborando vinos nuevos bajo nuestra identidad. La clave es entender que nuestra ideología va mucho más allá de quién esté al frente de la enología. Hoy me toca estar a mí después de ocho años en la bodega y haber tenido la suerte de trabajar con Santiago y Roberto. Ellos me enseñaron que el terruño, el suelo y el clima son los principales aliados y enemigos en el mundo del vino; y entender que la sensibilidad a la hora de elaborar los vinos es lo más importante al momento de de poder compartirlos.

-Los vinos de Achaval Ferrer estaban muy enfocados en el mercado externo y hoy se enfrentan a otra realidad, a partir de la compra de una segunda bodega, entre otras cosas. ¿Cuáles son los objetivos a partir de ahora?

-En estos últimos dos años no solamente hemos mirado al mundo sino que desde nos hemos puesto a repensar nuestras estrategias y entender que hay que ser dueño en su tierra para poder conquistar afuera. Verdaderamente el punto y perfil de ventas estaba orientado al mercado externo, pero nos hemos dado cuenta que el mercado interno ha alcanzado en estos últimos años, un nivel de inteligencia, capacidad y profesionalismo muy elevado al captar vinos, probarlos y darnos una devolución muy objetiva de lo se que está haciendo en Argentina.

Tres vinos que han tenido la aceptación de los paladares más exigentes de la Argentina y el  mundo.

-En estos últimos 20 meses hemos tenido un crecimiento en el mercado interno que nos ha llevado a posicionar a Argentina dentro de nuestro top 5 de clientes y destinos de venta junto a Estados Unidos, Brasil, Europa y Asia.

-¿Cómo ves al consumidor local que elige este tipo de vinos?

-El consumidor ha entendido y se ha tomado el tiempo necesario para conocer proyectos nuevos, consultar con amigos y entender que la comunicación y redes sociales ayuda mucho a acercar los vinos a los consumidores. Las reseñas y opiniones que se encuentran en las distintas plataformas llevó a que recibamos muchas visitas durante la pandemia; además de muchas consultas de personas que no conocían la bodega y que de a poco fueron interiorizándose en nuestra forma de pensar, de elaborar vinos y obviamente después de compartirlos.

«Hay que ser dueño en su tierra para poder conquistar afuera».

-Achaval-Ferrer pertenece a un grupo internacional que tiene bodegas en otras partes del mundo, como España e Italia. ¿Cómo es la visión del grupo respecto de la Argentina?

-Es positiva porque han visto no solamente a través de la parte cualitativa, que para nosotros es lo más importante, sino que desde la parte financiera han apreciado un crecimiento sustancial en estos últimos tiempos. Las perspectivas para el segundo semestre del 2021 están muy claras y sentimos que vamos a llegar a los objetivos que nos planteamos a principio de año, tanto en cuanto al crecimiento como para alcanzar las metas altas que tenemos en cuanto a lo productivo y económico.

-Una pregunta personal para finalizar. ¿Cuál es tu momento del vino, cuando realmente disfrutás de una copa?

-El vino es compañero de momentos. No solo lo disfruto cuando trabajo, que pruebo todos los vinos y tengo que ser objetivo para tomar decisiones junto a mi equipo; sino cuando lo comparto en un almuerzo o cuando llego a casa. Son esos momentos que entendemos que el vino siempre va a enaltecer y poner ese instante en un lugar para recordarlo y poner a esa copa de vino como lo mejor del día.

Los nuevos vinos

“Los vinos más prestigiosos de Europa son aquellos que las bodegas comparten con el mundo luego de haber permanecido algunos años en sus botellas. Para que esas selectas riquezas nos brinden vinos memorables, el tiempo de estiba en botella una vez terminada la crianza en barricas es considerado un factor clave para elaborar vinos de clase mundial”, señala Gustavo Rearte.

Cosecha 2016 de la serie Fincas, lo más preciado de los terruños de Achaval Ferrer.

Luego de cinco años de recibir cuidados extremos, habiendo estado bajo el absoluto resguardo de la luz y en condiciones óptimas de temperatura, Achaval Ferrer presentó una nueva edición de sus más preciados tesoros: la cosecha 2016 de Achaval Ferrer Fincas:

Achaval Ferrer Finca Mirador (1921): este vino cuyo viñedo está cumpliendo 100 años de experiencia, es untuoso y bien estructurado, tiene una marcada presencia de frutas negras, grafito y especias, que promete seguir adquiriendo complejidad con el paso del tiempo. (1.500 botellas)

Achaval Ferrer Finca Bella Vista (1910): producto de un viñedo con más de 110 años, este vino se distingue por su elegancia. Es expresivo y floral, con taninos aterciopelados, y un final que continuará por siempre en el recuerdo. (1.500 botellas).

Achaval Ferrer Finca Altamira, (1950): un Malbec desafiante, plantado a las orillas del río Tunuyán, presenta notas minerales y una marcada acidez que le dan a este vino una identidad única. (4.500 botellas).

Precio sugerido de cada botella: $ 11.000.-

 

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