Luján de Cuyo celebró una nueva edición de su ciclo “Vendimia en las Bodegas”, una propuesta que nació con la pandemia pero que llegó para quedarse. Se trata una serie de eventos en simultáneo en diversas bodegas del departamento; con espectáculos en vivo, gastronomía y por supuesto, los vinos de la casa anfitriona. El Descorche Diario hizo la experiencia en bodega Bressia. Un verdadero lujo donde se pudo vivir a pleno el espíritu de la vendimia.
Son muchas las voces que se alzan, en época de vendimia, para pedir innovación, propuestas renovadas y diversidad de opciones. Vendimia en las Bodegas, en Luján de Cuyo, es una alternativa exquisita y una interesante “vuelta de rosca” a las celebraciones del calendario vendimial.
Si bien, la idea surge con la pandemia y ante la imposibilidad de reunir mucha gente en un predio, hoy la propuesta se enriquece y se instala como un evento más de la vendimia departamental. Desde la Secretaría de Cultura y Turismo del municipio supieron responder a una demanda de forma creativa y con un importante esfuerzo de producción.
Esta segunda edición, se festejó los días viernes 18 y sábado 19 de marzo, en 12 bodegas del departamento. Concretamente, las bodegas lujaninas adheridas fueron: A-16, Belasco de Baquedano, Bressia, Chandon, Foster Lorca, Kaiken, Lamadrid Estate Wines, Ojo de Agua, Rosell Boher Lodge, Terrazas de Los Andes, Viamonte Winery y Zolo Wines.
Walter y Marita Bressia recibieron a El Descorche Diario, Gustavo Flores Bazán y Andrea Ábalos.
Con El Descorche Diario, vivimos la experiencia en la bodega Bressia. Y podemos decir que disfrutamos de una noche colmada de gratos momentos, donde la calidez de sus propios dueños al recibirnos- Walter y Marita Bressia– y el impactante paisaje de viñedos y árboles añosos dieron un marco ideal. Los cómodos livings dispuestos en el jardín, el fogón, el escenario y pantalla gigante montados estratégicamente junto a la buena predisposición de los visitantes, tanto locales como turistas, prometían una gran fiesta.
El espectáculo contó con la conducción de Majo Pérez Comalini y se desarrolló mientras disfrutábamos de un Sylvestra Malbec -entre las otras etiquetas y variedades de la bodega- bajo un cielo por momentos estrellado y una luna impactante.
Durante la proyección de la película, se realizaron intervenciones en vivo del ballet municipal con danzas tradicionales.
“Realmente, esto es una hermosa propuesta que vale la pena vivir. Yo digo que es como una fiesta de la vendimia VIP, en exclusivo, en una escala menor. Y nosotros estamos felices de recibir a todos en nuestra casa”, aseguró Marita Bressia (h), una de las anfitrionas de la noche.
Por su parte, Guillermo Barletta, director de Turismo del municipio expresó; «estamos gratamente sorprendidos con la respuesta del público, con esta propuesta nos proponemos continuar y marcar un hito en el calendario vendimial de Luján de Cuyo».
En las 12 bodegas participantes se desarrolló el mismo espectáculo en simultáneo que constó de la proyección de un corto dirigido por Federica Cafferata y Julián Bustelo y producido por Irónica Cine, con intervenciones en su trama de danzas en vivo a cargo del ballet de la municipalidad de Luján de Cuyo, bajo la dirección de Gabriela Morales.
“Una vendimia de oportunidades” se llamó la película y narraba la historia de Marcos y Clara, sus protagonistas. Un porteño y una lujanina que deciden casarse e ir a vivir a España – un tema que vuelve a estar en la agenda de los argentinos-. Luego, de su estadía en Mendoza logran cambiar de opinión y volver revalorizar las raíces y las oportunidades que ofrecen estas tierras.
Sylvestra Malbec una de las exquisitas opciones de la noche.
Con el amor como eje temático, los valores familiares, el esfuerzo y la paciencia, los hechos transcurren en una finca en Luján, donde toda una familia conserva sus tradiciones y honra a sus antepasados de inmigrantes y viticultores.
Aunque predecible, la historia entretiene y pone el foco en la fotografía. Los paisajes típicamente mendocinos con viñedos y la Cordillera de los Andes le otorgan color. Por su parte el ballet, desarrolló cuadros folclóricos, tango y danza moderna entre las escenas.
El broche de oro, fue la actuación de Lisandro Bertín, un multifacético y talentoso músico y payador oriundo de San Luis pero mendocino de corazón, que canta y hace honores a nuestras raíces musicales e históricas. Acompañado por Joaquín Guevara, en guitarra y voz y Matías García Calcumil, en percusión y voz. Hubo giros humorísticos y un fluido diálogo con los visitantes.
Lisandro Bertín a través de sus canciones rindió un sentido homenaje a la tierra cuyana.
Un verdadero lujo vivir la vendimia desde adentro de una bodega en plena cosecha, disfrutando cómodamente en sus jardines de un rico vino, propuestas culinarias y algo de las raíces de la cultura cuyana: tonadas, cuecas, gatos y zambas.
Al finalizar, Bertín bajó del escenario con su guitarra y se despidió cantando con un público feliz por la experiencia vivida.
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