Juan Pablo Murgia sobre Otronia: "Los resultados han superado nuestras expectativas".

Entrevistas
9 junio, 2022

“Chubut nos desafía, pero tenemos la tecnología y el conocimiento para defendernos de los factores extremos”

Por Gustavo Flores-Bazán

Lo asegura Juan Pablo Murgia, enólogo de Otronia, la bodega más austral del país, ubicada en Chubut a pocos kilómetros de Santa Cruz. Un lugar extremo que desafía a la vitivinicultura pero, con conocimiento, experiencia y tecnología, está dando resultados sorprendentes en vinos de Alta Gama, con un carácter y personalidad únicos.

Desde fines del 2007 y con el asesoramiento del reconocido asesor vitivinícola Alberto Antonini, el holding Alejandro Bulgheroni Family Vineyards viene haciendo foco en la Patagonia, cuando comenzó el proyecto Otronia, el viñedo y la bodega más austral de la Argentina y el mundo, casi en el límite con Santa Cruz.

Otronia, Patagonia Extrema es parte del Grupo Avinea, el primer productor de vinos orgánicos del país, que cuenta en su portfolio con las bodegas Argento, Cruz de Piedra, Pacheco Pereda y Cuesta de Madero. Sus vinos se exportan a más de 50 países alrededor del mundo.

Juan Pablo Murgia es el gerente de Enología de Grupo Avinea y es uno de los profesionales que más conoce esta nueva región del vino argentino: Chubut, específicamente el emprendimiento se ubica a pocos kilómetros de la localidad de Sarmiento, a orillas de Lago Musters.

Los viñedos de Otronia presentan una de las condiciones más extremas de la vitivicultura argentina.

Elegido como Enólogo del año, por su trabajo en las bodegas Argento y Otronia en la última Guía Descorchados 2022 Argentina, Murgia asegura que “este lugar desafía constantemente”, pero que tienen “la tecnología y el conocimiento para defendernos de los factores extremos”.

Luego de compartir una degustación de buena parte del portfolio de Otronia que organizó VinoBien, en Mendoza, como parte de su ciclo Vino Charlas, dialogamos junto a Juan Pablo Murgia.

-Juan Pablo, contanos, ¿cuál es el concepto de esta bodega que es la más extrema y austral del país?

-Otronia es un lugar único, especial. En el extremo Sur de la Patagonia argentina desarrollamos un viñedo en el 2010 y ya estamos por la quinta cosecha. Son vinos muy especiales que tienen un carácter único al igual que las condiciones de este lugar; el frío, los vientos, los suelos de origen lagunar de arcillas multicapas que tienen un carácter singular. Tenemos muchas expectativas, pero lo cierto es que los resultados las han superado. Hoy estamos haciendo vinos muy especiales.

-¿Cómo es trabajar con las distintas variedades, en un lugar con tantas diferencias climáticas respecto al resto de la vitivinicultura argentina en la que normalmente están acostumbrados?

-Tenemos que adaptarnos. Siempre digo que todavía estamos conociendo el lugar. Año a año nos encontramos con condiciones diferentes, es un lugar extremo, es un desierto de una estepa patagónica. No tenemos referencia de lo que va a suceder. Por ejemplo, este último año tuvimos una nevada en primavera, en pleno mes de octubre, algo que nunca habíamos registrado. Este lugar te desafía. Pero, obviamente, también tenemos la inversión en tecnología y el know how para defendernos de estos factores extremos.

45° Rugientes, una de las líneas del portfolio de Otronia.

-Contamos con un sistema de control de heladas activo por transmisión de agua, pero el viento es el factor más complejo del lugar y también hicimos un desarrollo de plantación de cortinas naturales como los álamos y telas de reducción de velocidad. Todo eso nos permite hacer vitivinicultura en un lugar que sin protección para frenar el viento es imposible.

“Chubut es el nuevo lugar del vino argentino”.

-Como siempre digo, una vez que superas estos factores, al final son los que terminan dándole el carácter al lugar y a los vinos. Si tuviera que elegir borrarlos, no lo haría. Los sigo eligiendo porque son lo que hacen único a este lugar. Son un gran desafío, nos dan mucho trabajo pero son los que hacen a la identidad de este terruño.

-¿Qué provoca el viento en las uvas?

-El viento genera varias cosas. Principalmente, produce una deshidratación del ambiente, prácticamente no hay humedad, es 0%. Eso genera algo muy positivo que es la sanidad, casi no hay enfermedades criptogámicas.

-Es un lugar muy sano. Nosotros nos manejamos así, es un viñedo orgánico certificado pero también el viento produce otros efectos como la regulación del rendimiento. Las plantas sometidas a estos vientos crecen poco y tienen una carga baja, lo que es bastante positivo para hacer vinos de esta categoría. Son rendimientos que no superan las cuatro o cinco toneladas por hectárea. Ideal para vinos de alta gama.

Murgia lleva adelante la enología de todo el Grupo Avinea, tanto en Mendoza como en Chubut.

-Y otro factor que hemos observado y es clave, es el engrosamiento de las pieles. El viento genera el engrosamiento como respuesta fisiológica natural. Acá es bastante extrema. Tenemos piel muy gruesa y los rendimientos en jugos son escasos y al final, los sabores y texturas de los vinos están en las pieles, por lo que tenemos una gran concentración de todo eso. Es un factor adverso que al final se transforma en algo muy positivo.

-Hemos probado distintos vinos (blancos, espumante, Pinot Noir, Merlot, entre otros) pero ningún Malbec dentro del portfolio. ¿Qué están pensando con respecto a la variedad emblema de Argentina?

-Estamos pensando en eso. Tenemos casi una hectárea con Malbec y los primeros ensayos de vinificación son fenomenales, como vienen siendo todos los vinos de Otronia. Estamos teniendo resultados tan especiales y extraordinarios que teníamos muchas expectativas con el Malbec y también las superó. El carácter es muy especial, bien típico de un lugar frío como es Sarmiento. Indudablemente, para el año que viene saldrá nuestro Malbec al mercado.

Los vinos de Otronia presentan características únicas.

-¿Cómo es la cultura del lugar, su historia, una tierra que habitaron los Tehuelches?

–Sarmiento es un pueblo muy especial. Le tengo mucho cariño porque todos los meses me quedo ahí, ya soy casi local. Es un pueblo pequeño de entre 15 a 20 mil habitantes en medio de la Patagonia sin muchos vecinos. Tienen su identidad y características muy interesantes. Afortunadamente, al comienzo, no teníamos muchos recursos humanos locales, porque la vitivinicultura es una novedad para este lugar. Digo, “afortunadamente”, porque la última cosecha 2022 la hemos llevado adelante con 100% de mano de obra local, lo cual fue un gran desafío. Hemos capacitado al personal y eso es un gran avance, es algo muy positivo.

“Los primeros ensayos de vinificación con Malbec son fenomenales”.

-Los vinos de Chubut están haciendo mucho ruido, están de moda. La gente pregunta y quiere saber de este terruño. ¿Cómo es la relación hoy con el consumidor?

-Hay mucho interés, la verdad es que es muy buena la respuesta de la gente. Chubut es una nueva provincia vitivinícola y hoy ya cuenta con 20 proyectos, la mayoría pequeños, pero es muy positivo. Lo más interesante es que todos son de muy alta calidad. La personalidad de estos vinos, el carácter son muy interesantes. Chubut es el nuevo lugar y estamos muy felices de ser una bodega chubutense.