Bisnieta de Don Valentín Bianchi, el fundador de la bodega, Silvina forma parte de la cuarta generación de la familia que continúa con la empresa y la pasión por la vitivinicultura, una de las pocas con esta tradición en Mendoza.
Madre de tres hijos y empresaria reconocida en San Rafael, Mendoza, Silvina continúa el legado de la familia como miembro del Directorio de Bodegas Bianchi. Sin duda una de las empresas vitivinícolas que más ha dado que hablar en los últimos tiempos, tanto en materia de inversiones como de novedades, por sus lanzamientos y renovación de productos.
Con motivo de la presentación de la nueva versión del vino ícono de la bodega, ahora también un 100 % Malbec originario del Valle de Uco, que rinde tributo a su abuelo Enzo Bianchi, Silvina García Bianchi mantuvo una relajada charla con El Descorche.
–Durante la presentación hiciste referencia la internacionalización del vino y la bodega ha sido precursora en ese tema. ¿Cómo lo ves ahora?
-Siempre cuento la anécdota de mis abuelos cuando viajaban a Europa para conocer cómo hacían allá los vinos; es decir, los que lo hacían bien. En realidad, viajaban a trabajar y a traer acá lo que se hacía en el mundo. Pienso que ese es su legado, el del esfuerzo, la búsqueda de la calidad y la idea de mantenernos con una visión global para proyectarnos al mundo. Esto es lo que actualmente hace que estemos presentes en más de 40 países.
-Nuestra propuesta de valor es acerca de la democratización del vino. Esto lo podemos ver en estos días, ya que presentamos en forma simultánea nuestro primer vino ícono de la bodega Enzo Bianchi (Valle de Uco), y al mismo tiempo estamos con la semana de los bodegones en varias provincias de Argentina.
-Tenemos el objetivo de poner al consumidor en el centro de la escena y siempre procurando tener calidad en los distintos segmentos.
-¿Cómo entienden la democratización del vino?
-Tiene que ver con darle a cada segmento su vino, pero sin perder la calidad y también con referencia al consumo. Que el consumidor sea el que decida cómo quiere consumir, en qué situación lo desea, cómo le gusta compartirlo y nosotros ocuparnos de darle la calidad consistente con el segmento. En nuestro caso particular, estamos presentes en muchos segmentos, desde la alta gama hasta los vinos más masivos.
–¿Cómo se mantiene la pasión por algo que has heredado de tus ancestros?
-Es una muy buena pregunta. Creo que en principio el amor por el trabajo. Pienso que quien tiene amor por el trabajo lo puede tener por cualquier cosa que tenga adelante y más allá de eso, el hecho de tantas vivencias y cosas compartidas. Nuestros abuelos eran personas muy abiertas y en los almuerzos familiares pasábamos horas escuchando a mi abuela, aún siendo muy jóvenes.
“Nuestro desafío es sostener la democratización del vino”.
-Mucho tiene que ver con el compartir y esta pasión que se transmitió como un legado de generación en generación. Y por supuesto, por el orgullo de portar este apellido que ha sido referente en el mundo del vino. Sin embargo, es también una gran responsabilidad.
“Tenemos que pensar en los próximos 90 años”, asegura Silvina.
-Con relación al legado, ¿qué papel ocupa hoy la familia Bianchi en la toma de decisiones de los vinos de la bodega?
-Hace algunos años atrás, la tercera generación decidió renunciar a sus puestos ejecutivos y dejar este día a día en manos de especialistas, por lo tanto la familia está más involucrada con las decisiones estratégicas. Es un trabajo que suele ser un poco silencioso pero sin embargo es bastante arduo y que demanda una presencia importante.
-¿Cómo ves el rumbo del vino argentino? Sin dudas son unas de las bodegas marcan tendencia…
-Con 90 años de presencia en el mercado, lo que tenemos es una visión de largo plazo. Hemos pasado muchas coyunturas y situaciones difíciles de la Argentina y siempre hemos mantenido esta visión estratégica para pensar los próximos 90 años, proyectarnos al mundo ofreciendo calidad y esta propuesta de valor que tenemos actualmente. Seguiremos sobrellevando los vaivenes que ya en el pasado supieron superar nuestros abuelos y padres. Y seguir apostando por el futuro.
-¿Cuáles son los desafíos para el futuro? ¿Cuáles son los próximos pasos?
-Principalmente, nuestro desafío es sostener esta propuesta de valor, de democratizar el vino. Creemos que es una propuesta muy interesante. Estamos enfocados en lograr que la gente tome el vino en todas sus ocasiones y seguir siendo capaces de ofrecer distintos vinos para diferentes momentos y para diferentes tipos de personas, sobre todo captar a la gente joven.
“Estamos enfocados en lograr que la gente tome vino en todas sus ocasiones”.
-Que la juventud sienta que es fácil ingresar al mundo del vino y que no es algo elitista, que se puede consumir el vino de manera fácil y como a cada uno le guste.
Silvina junto al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
-Por último, ¿ves a tus hijos y sobrinos con el mismo legado que ustedes heredaron de sus padres y abuelos?
-¡Ojalá que sí! No puedo hablar por ellos pero sí, esa es la idea. Poder transmitirles a ello el amor por el mundo del vino. Es un mundo apasionante. Todo lo que sucede desde el viñedo hasta que el vino llega a la botella no se compara con nada.
-Hay una entrevista de mi abuelo cuando habla del viñedo y de las maravillas que esta planta puede dar. Nos gusta saber cómo él interpretaba el viñedo, de hecho hizo innovaciones como un espumante de Cabernet Sauvignon a partir de eso. El desafío es transmitirles a ellos esta pasión y después ellos decidirán.