Sur Huenten, un viaje por el pasado vitivinícola de Mendoza que se fusiona con vinos y gastronomía

Por Gustavo Flores-Bazán

Llegar a Sur Huenten es comenzar un viaje al pasado vitivinícola de Mendoza, a través de una experiencia que se completa con vinos y la mejor gastronomía del chef Matías Aldasoro. En pleno corazón de Maipú, en una de las zonas más tradicionales del vino argentino, se alza una antigua bodega que data de los primeros años del Siglo XX. Un lugar ideal para disfrutar de la enogastronomía y el patrimonio cultural mendocino.

Sur Huenten, una antigua bodega que nació de la mano de un inmigrante libanés a principios del siglo XX, como tantas otras que se forjaron de la misma forma, y que actualmente es propiedad de una familia de productores mendocinos, que decidieron comprarla hace algunos años para concretar su propio sueño en el mundo del vino.

La familia López Fernández, oriundos de Guaymallén, Mendoza, decidieron rebautizar esta bodega y crearon un restaurante de la mano de uno de los principales referentes gastronómicos que tiene la provincia, el chef Matías Aldasoro.

De esta manera, Sur Huenten se convierte en una propuesta que fusiona un patrimonio vitivinícola invaluable junto a la cocina de alto nivel, como acostumbra Aldasoro en todos los lugares que interviene, pero sobre todo amigable al público local, donde no solo se encontrará con muy buenos vinos y comida, sino con un paseo imperdible por parte de la historia mendocina.

Sur Huenten se encuentra en la calle Tropero Sosa, corazón de Maipú.

La propuesta de Sur Huenten conjuga una original fusión de bodega-museo, ya que actualmente no está operativa, y restaurante, donde los visitantes podrán vivir una experiencia integral a pocos minutos de la Ciudad de Mendoza.

Matías Aldasoro es reconocido por su larga trayectoria como chef exclusivo de Familia Zuccardi, donde desarrolló una carrera de más de 15 años, para luego abrirse a otros proyectos de prestigio donde se desempeña como asesor gastronómico, tal es el caso de Cavas Wine Lodge o Rosell Boher Lodge. Pero si lo quieren ver a Matías cocinando, Sur Huenten es su lugar de todos los días.

Las viejas piletas que albergaron a millones de litros de vinos.

Los visitantes que llegan, pueden comenzar la experiencia con un paseo por la bodega, donde no solo conocerán una etapa de la historia del vino mendocino y de su fundador, sino que se encontrarán con un patrimonio increíble en perfecto estado de conservación: toneles de gran porte, prensas, maquinarias y un edificio donde se aprecian el alto nivel de la industria hace más de 100 años.

“Alrededor del 1920 esta bodega la funda un inmigrante libanés de apellido Nassif, que había llegado un tiempo antes a Mendoza con solo 18 años. De a poco fue llevando adelante este proyecto como bodega y la fue ampliando con el correr de los años. En el 2012 la adquirió la familia López Fernández, quienes tienen previsto en una segunda etapa, elaborar sus propios que ya tienen, pero que por el momento se producen en Viña Las Perdices”, cuenta Matías Aldasoro.

Impactantes los toneles de roble francés que datan de mediados del siglo XX.

Sobre el patrimonio que cuenta Sur Huenten, Matías describe que “es una bodega de varios millones de litros de capacidad, muy imponente, muy grande. Hay varias piletas pero también una gran cantidad de toneles de roble americano y roble francés. También hay seis prensas, de las cuales cuatro todavía siguen en funcionamiento, ya que hasta el 2008 se elaboró vino en la bodega.

La propuesta gastronómica

“Tenemos diferentes propuestas gastronómicas, tenemos un menú que es bastante variado, no nos encasillamos con un estilo de cocina, sino que es un menú regional con algunos toques gourmet. Es una combinación, donde podrán encontrar por ejemplo Tiraditos de trucha o una Crema de hongos con un huevo poché. Para los platos principales contamos con los fuegos, tanto de parrilla como de horno de barro, de donde salen platos como el Ojo de bife con boniato al ahorno de barro, crema acida y berros o las Costillas banderitas con aligot y salsa criolla”, cuenta Matías.

Trucha. Una alternativa en el Menú de cuatro pasos.

Todos los platos se combinan con los vinos de Sur Huenten, donde los comensales pueden comer a la carta o bien por el menú que lleva el nombre de la bodega y cuenta de cuatro pasos. “El menú se basa en productos regionales y de estación, como puede ser trucha, membrillos, higos, y cada paso está maridado con un vino diferente, tanto de la línea varietal como reserva”.

El restaurante también ofrece otras opciones de menús, alternativas accesibles, especialmente pensadas para el público local. “La idea es la gente local pueda venir y conocernos. Podrán disfrutar de una copa de vino con unas empanadas en el horno de barro, una tablita de fiambre o quesos; como también un menú de tres pasos, donde el principal es una pasta casera”.

Hongos, panceta ahumada y huevo poche.

El restaurante abre de jueves a domingo y cuenta con una capacidad detenemos una capacidad de 45 cubiertos, pero en los días de sol y que acompaña el clima, especialmente en primavera y verano, se puede disfrutar al aire libre.

Otro dato para tener en cuenta es que está disponible para eventos. Para ello cuenta con cuenta con un salón de eventos de grandes dimensiones y con todas las comodidades y servicios.

Ojo de bife con boniato al ahorno de barro, crema acida y berros.

De esta forma, Sur Huenten se convierte en una alternativa imperdible a pocos minutos de la Ciudad de Mendoza, donde los visitantes podrán disfrutar de una excelente gastronomía, con precios adecuados para el público local, que además se adentrará en un viaje al patrimonio y la historia del vino mendocino y argentino.