Andeluna: cocina de lujo para vinos de montaña

Por Gustavo Flores-Bazán

De la mano del chef Juan Pablo Miguez, el restaurante de la bodega ubicada en Gualtallary, en el Valle de Uco, se caracteriza no solo por su propuesta de Cocina Argentina basada en ingredientes regionales sino también por la amplia oferta de alternativas que ofrece, en medio de un marco imponente que brindan los viñedos y la Cordillera de los Andes como telón de fondo.

Llegar a Bodega Andeluna es prepararse para disfrutar una jornada colmada de disfrute para los cinco sentidos. La conjunción de sus vinos, la gastronomía, el paisaje, la arquitectura y la amabilidad de su gente hacen un combo infalible que se transforma de inmediato en una experiencia inolvidable para el visitante.

Desde la excelencia de sus vinos elaborados por el reconocido enólogo Manuel González Bals, quien siempre nos sorprende con alguna novedad en el porfolio, hasta el mínimo detalle de la cocina que propone el chef Juan Pablo Miguez y su equipo, hacen de Andeluna una propuesta imperdible dentro de los caminos del vino del Valle de Uco.

Bajo estrictas normas de protocolo que exige la pandemia, Andeluna ofrece diversas alternativas para disfrutar sus vinos y su cocina, pero también invita a divertirse y aprender, a través de actividades lúdicas como el juego del blend, clases de cocina y degustaciones.

Juan Pablo Miguez, chef ejecutivo.

“Desde hace muchos años nosotros ofrecemos una propuesta muy diversa para distintos segmentos de consumidores: familias, amigos, opciones individuales y alternativas para distintos rangos etarios. Hemos creado experiencias basadas en nuestros vinos y productos de montaña, donde hacemos mucho hincapié en este concepto y ponemos en valor, tanto el terroir como la región donde estamos ubicados”, cuenta Mariana Cerutti, responsable de Turismo de la bodega.

En cada detalle, Andeluna transmite su verdadero espíritu que rinde homenaje a la montaña que la cobija. Es por eso que hoy la bodega que pertenece a la familia Barale se define bajo el lema “somos vinos de montaña”.

Una opción: almorzar en los livings.

Entre las opciones gastronómicas, Andeluna ofrece un “Menú 4 estaciones” ($2.910 por persona) donde cada paso está armonizado y pensado para que acompañe cada vino. Pero también ofrece alternativas más desestructuradas para disfrutar en los sillones y los jardines, como el “Menú de 2 pasos” ($1.600 por persona), una selección de tapas maridadas con vino.

También cuenta con sus clásicas “Tardecitas de Andeluna” ($1.860 por persona) que arrancan a partir de las 18.30, donde los visitantes también pueden complementar con alguna de las actividades lúdicas o paseo por el viñedo, inclusive la opción de tragos con vino, una forma de disfrutarlo totalmente distinta en el mundo de las bodegas.

Cocina argentina y de producto

“Nuestra idea es siempre revalorizar los productos de la zona, acompañando nuestros vinos de montaña. Trabajamos con productores frescos y locales, donde ponemos en valor la tipicidad del lugar. En Andeluna hacemos una cocina argentina con técnicas internacionales, siempre revalorizando nuestras raíces gastronómicas”, describe Juan Pablo Miguez, chef de la bodega.

Andeluna ofrece diversas alternativas de menús y maridajes.

Los productos utilizados son orgánicos en su mayoría, provenientes de una huerta en la zona y cuidadosamente seleccionados. Por esta razón el menú cambia cada estación, mientras que todo el equipo participa en la creación de cada nueva propuesta, desde el chef hasta al enólogo.

En nuestra experiencia con el Menú 4 estaciones -que cambia cada temporada- pudimos disfrutar de un primer paso lleno de frescura: Espinaca viva y ciboulette, papa y limón, boconccino apanado en pistachos tostados y chips de kale; para acompañar un Torrontés Edición Limitada.

Primer Paso. Ideal para acompañar al Torrontés Edición Limitada.

El segundo paso sorprende con Timbal de trucha, emulsión de remolacha y cebollas asadas, masa philo crocante y brotes, perfecto para maridar con Malbec Rosé Edición Limitada, un vino rosado de tendencia que armoniza perfecto con el plato.

Rosé Malbec Edición Limitada.

La carne aparece en el plato principal de manera formidable, pero hay que aclarar que vegetarianos y veganos tiene opciones ya contempladas en el menú. Un tierno Filet Mignon en el punto justo que desee cada comensal junto a un cremoso de arvejas, mermelada de tomates, hinojo en almíbar de anís, vegetales a la chapa y sal de remolacha, es la compañía adecuada para uno de los vinos estrella de la bodega: Pasionado cuatro cepas, un corte de Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc.

Filet Mignon. Cada comensal elige el punto de la carne a gusto.

Y para cerrar este viaje de sabores y sensaciones llega el postre: Alfajores de chocolate amargo, rellenos de crema de pomelo, naranja, limón, sobre tierra de frutos secos, mermelada de frutos rojos y helado de tomillo junto al exquisito Ensamble Otoñal Cosecha Tardía.

Para el postre: Ensamble Otoñal Cosecha Tardía.

Un punto a favor en Andeluna es que la experiencia se puede disfrutar con niños, para quienes hay un Menú infantil que incluye: Bifecitos de lomo con papas fritas, mousse de dulce de leche y confites y gaseosa ($ 660 por persona).

Sin dudas y más allá de la estación del año que sea, Andeluna sorprende con sus propuestas gastronómicas y actividades para disfrutar del paisaje único de Gualtallary. Una experiencia imperdible para los cinco sentidos y vivir desde adentro el slogan de la bodega: “somos vinos de montaña”.